La inclusión del teclado QWERTY fue un gran paso para la mecanografía, como también para la computación e incluso los smartphones. Esto, ya que la disposición de las letras como la conocemos hoy en día, facilita el trabajo de millones de personas alrededor del mundo.
Y es que en sus inicios, tener las letras ordenadas alfabéticamente no era muy productivo al momento de redactar, por lo que se optó a una nueva distribución que mejoraba el flujo de los dedos.
En ese plano los diseñadores de la época pusieron un pequeño "bulto" sobresaliente en las letras F y J, una costumbre que hasta el día de hoy se realiza en la mayoría de los teclados.
Y la razón de esta línea que se siente al tacto tiene que ver con una posición estratégica, puesto que ambas letras se encuentran a la mitad del teclado de escritura y al tipear sin mirar se pueden usar de referencia para localizar el centro de manera rápida con esta suerte de "guía".
Es más, en los cursos de mecanografía para usar el teclado lo más rápido posible se recomienda posar los dedos de la mano izquierda sobre ASDF y los de la derecha sobre JKL, con los índices posados sobre F y J respectivamente.
