Un ex prisionero se sometió a una operación para extraerle un cepillo de dientes del intestino, el que se había tragado hace más de 20 años.
La herramienta de higiene bucal era completamente irreconocible tras 20 años dentro del sistema digestivo del hombre. Estaba completamente negro, había perdido parte de su forma y todas sus cerdas.
El paciente, de nacionalidad china, fue a un hospital de la ciudad de Shenzhen, tras presentar constante dolor en su abdomen. Al ser sometido a un escáner, los médicos encontraron el objeto en su intestino delgado.
Según consigna el medio inglés The Mirror, el hombre, de apellido Li, se habría intentado suicidar al tragarse el cepillo, ya que estaba encarcelado y diagnosticado con VIH, el que contrajo por su adicción a las drogas.
A pesar de su intento, el cepillo no le causó la muerte, por lo que tuvo que terminar su condena en prisión, donde inició su tratamiento para el VIH.
Actualmente Li está libre, casado y con dos hijos, con niveles del virus casi indetectables.
Los doctores advierten que, de no haber extirpado el cepillo, se habría insertado en el hígado del ex convicto, lo que le podría haber costado la vida.
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