Hace 3.5 millones de años atrás, un agujero negro supermasivo ubicado en el centro de nuestra Vía Láctea explotó disparando bengalas de energía hacia el espacio profundo.
Según consignó el medio News Sky, este evento fue asegurado a través de una investigación científica liderada por el profesor Joss Bland-Hawthorn, del Centro de Excelencia ARC de Australia, para el centro de investigación ASTRO 3D.
LEE TAMBIÉN: CÓMO SOBREVIVIR AL FIN DEL SOL Y OTROS 6 PROBLEMAS A LOS QUE SE ENFRENTARÁ EL SER HUMANO
El evento, conocido como una "llamarada de Seyfert", creó dos conos de radiación ionizante que atravesaron la galaxia e incluso impactaron cuerpos cósmicos fuera de ella.
La erupción fue tan poderosa que golpeó la "Corriente magallánica", un flujo de hidrógeno neutro formado por la interacción gravitacional de la Vía Láctea y las nubes de Magallanes, galaxias enanas cercanas a la nuestra.
Utilizando los datos recopilados por el telescopio espacial Hubble, el profesor Bland-Hawthorn y sus investigadores calcularon que todo ocurrió hace un aproximado de 3.5 millones de años, que según el equipo de investigación, en términos galácticos es algo bastante reciente.
"Esto muestra que el centro de la Vía Láctea es un lugar mucho más dinámico de lo que habíamos pensado anteriormente. ¡Es una suerte que no vivamos allí!", dijo el profesor Bland-Hawthorn.
Pronto la investigación de este grupo de científicos será publicada en "The Astrophysical Journal", una plataforma dedicada a dar a conocer diferentes descubrimientos y teorías del campo de la astronomía y astrofísica.