Cuando Linda Blair, a sus 14 años, se presentó al casting de "El exorcista" (1973), jamás pensó que su vida daría un giro en 180 grados. Entre 600 postulantes, ella fue la escogida para dar vida a Regan MacNeil, la niña poseída por el demonio.
Tras el éxito de la cinta Blair se llenó de premios y un gran reconocimiento, sin embargo la fama fue corta y su vida personal, junto con su carrera en el cine terminaron decayendo.
Todo se hizo más complejo cuando un grupo de fanáticos religiosos, quienes pensaban que esta cinta "rendía gloria a Satanás", realizó una campaña en contra de la protagonista, lo que terminó en amenazas de muerte para la actriz, detalló el sitio Looper.com.
El tema se complicó a tal punto, que Blair debió mudarse varias veces y pasó por ciudades como Nueva Jersey, Connecticut y Vermont. A este episodio de su vida se sumó el divorcio de sus padres, lo que la hizo caer en una profunda depresión.
Lo anterior más el fracaso de "El exorcista II", la llevaron a encontrar refugio en el alcohol y las drogas. Incluso fue arrestada por posesión y tráfico de cocaína, causa por la que fue condenada a 3 años de libertad condicional, debiendo someterse a un tratamiento de rehabilitación, consignó The New York Times en esa época.
Luego de esto y solo con 23 años, fue internada en un centro psiquiátrico donde pasó ocho años batallando para recuperarse hasta que salió en 1989. Desde ese momento decidió cambiarle el rumbo a su vida y pudo encontrar paz en su gran pasión: los caballos.
Practicó de nuevo la equitación y se involucró en varias fundaciones protectoras de animales. Además publicó un libro con recetas de cocina para vegetarianos y diseñó varias colecciones de ropa.
Linda, de 60 años, está soltera y no tuvo hijos. Actualmente, es fundadora de la ONG "Linda Blair World Heart Foundation" y es una activa usuaria de Instagram, donde suele publicar fotografías de su vida diaria y de vez en cuando comparte alguna imagen de la terrorífica película.