Cada vez más, la gente recurre a la hipnosis para dejar de fumar, bajar de peso o hallar alivio para distintas clases de dolor crónico.
En Reino Unido, por ejemplo, se han puesto en boga en los últimos años las clases de "hipnoparto", en las que se les enseña a las mujeres a punto de dar a luz a concentrarse en la relajación, la respiración y la autohipnosis para reducir la agonía de las contracciones durante el parte.
¿Pero existe alguna explicación científica que avale a esta técnica antiquísima que nos lleva a centrar la atención, reducir la conciencia del entorno, y a responder sin esfuerzo a las sugestiones ajenas?
En realidad no. O al menos no hay una teoría con la que todos los científicos estén de acuerdo, según explica la revista Focus de la BBC.
En el siglo XVIII se pensaba que este estado de conciencia involucraba un "fluido magnético" o una fuerza especial a la que llamaban "magnetismo animal".
Pero esta teoría supuestamente científica fue abandonada después de que no se encontrara ninguna evidencia que la apoyara.
Estado vs. no estado
Actualmente, existen dos teorías principales para explicar los efectos extraordinarios que puede tener la hipnosis en algunas personas.
Por un lado está la corriente que apoya la teoría del estado de conciencia alterado.
Quienes defienden esta postura sostienen que las sugestiones hipnóticas inducen un estado de conciencia alterado o trance hipnótico en la que las personas altamente sugestionables están dispuestas a obedecer al hipnotizador y comportarse de una forma atípica, como por ejemplo recordar eventos olvidados u olvidarse de algo que acaban de hacer, o cumplir más tarde con una consigna en el momento en que se lo indiquen.
La otra corriente (que se define en oposición a los estados alterados) cree que los efectos de la hipnosis se explican como una forma imaginativa de un juego de roles y por el alto grado de sugestión.
Esta explicación significa que la conciencia del hipnotizado no está en otra dimensión sino que la persona está actuando como se supone que debe actuar en dicha situación.
El problema es que gran parte de la dificultad para establecer la base científica de los efectos de la hipnosis es que los estudios confían en los reportes subjetivos de los hipnotizados.
"Algunos creen que la hipnosis es pura falsificación mientras que otros creen que es un estado genuino de conciencia alterada que puede producir cambios profundos en la percepción, pensamiento y memoria", afirma Rochelle Cox, especialista en ciencias cognitivas de la Universidad de Mcquarie, en Australia.
Independientemente de la explicación científica de sus efectos, lo cierto es que algunas personas parecen caer fácilmente en estado de hipnosis mientras que para otras es muy difícil sino imposible.
El por qué se desconoce, pero una serie de estudios señala que esta habilidad puede transmitirse a través de las generaciones.