Un grupo de investigadores británicos ha encontrado un vínculo entre la creencia en fenómenos paranormales y algunos trastornos del sueño, según se detalla en una nueva investigación publicada por la revista Journal of Sleep Research.
En concreto, y tras reclutar a casi 9 mil personas mayores de 18 años, los científicos concluyeron que los participantes que creían en fantasmas, demonios, extraterrestres, la capacidad de comunicarse con los muertos o la vida después de la muerte, experimentaban problemas para conciliar el sueño.
"Los resultados obtenidos aquí indican que existen asociaciones entre las creencias en lo paranormal y diversas variables del sueño", escribieron los investigadores.
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Una baja calidad del sueño
Estas dificultades para dormir se veían reflejadas en una menor calidad del sueño, una mayor latencia, menos horas de sueño y un aumento de los síntomas de insomnio, informaron los autores del estudio.
Incluso, observaron un vínculo entre quienes creían en la visita de los alienígenas a la Tierra y la parálisis del sueño, que implica una breve incapacidad de movimiento al despertar o quedarse dormido; y el síndrome de la cabeza explosiva, donde la persona suele escuchar ruidos y golpes fuertes mientras duerme.
Otras explicaciones posibles
El informe no tenía como principal objetivo determinar la causa de esta relación, pero sugiere que, por ejemplo, el síndrome de la cabeza explosiva y la parálisis del sueño están relacionadas con alucinaciones visuales y auditivas. Es decir, alguien que "experimenta sonidos o imágenes asociadas durante el sueño podría interpretar esto como una evidencia de que existen extraterrestres u otros seres sobrenaturales".
Asimismo, los científicos creen que estos fenómenos inexplicables podrían generar ansiedad en las personas, lo que interfiere con una buena calidad del sueño.
Nuevos estudios con mayor precisión
Sin embargo, los especialistas sostienen que deberán hacerse estudios con mayor precisión y con muestras de la población más representativas para poder implementar medidas más objetivas y combatir los trastornos del sueño.
"Esta información podría potencialmente equiparnos mejor para apoyar el sueño a través de la psicoeducación. Es probable que los mecanismos subyacentes a estas asociaciones sean complejos y deban estudiarse más a fondo para comprender por qué las personas a veces informan de 'cosas raras que pasan por la noche'", concluyeron los autores.