Una investigación muestra que tanto hombres como mujeres priorizan el placer sexual masculino durante las relaciones.
El estudio, publicado por la revista estadounidense Social Psychological and Personality Science, intenta explicar por qué la “brecha del orgasmo” sería tan amplia e incluso aceptada. Y es que la publicación sostiene que las mujeres heterosexuales, estadísticamente, tienen menos orgasmos tanto en relaciones casuales como a largo plazo.
Según el estudio, generalmente se percibe que los hombres tienen más derecho a los orgasmos y al placer sexual que las mujeres, una percepción que comparten ellas y ellos.
Verena Klein, autora principal del estudio, explicó a HuffPost que el mismo “privilegio masculino” que impregna tantas áreas de la vida; como social, económica, institucional o cultural, también se desarrolla en el dormitorio.
“Creo que la gente cree que los hombres tienen más derecho a experimentar un orgasmo y eso tiene sus raíces en la desigualdad de poder de género”, dijo Klein.
“Esos ideales culturales masculinos que dan forma a la forma en que las personas piensan y tienen sexo son internalizados tanto por mujeres como por hombres”, agregó.
El estudio consistió en cinco encuestas. Primero, Klein y sus colegas preguntaron a poco más de 200 encuestados si pensaban que era más probable que las mujeres o los hombres fueran los receptores o los proveedores de placer sexual en las relaciones heterosexuales.
También se les preguntó a los encuestados quién tenía “más derecho a experimentar un orgasmo”, pidiendo considerar el consenso general entre sus amigos al contestar la pregunta.
En general, los participantes señalaron que los hombres son más propensos a recibir placer y las mujeres a ser las proveedoras, independiente de si se trata de una relación casual o a largo plazo.
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En cuanto a la segunda pregunta, los participantes dijeron que los hombres tenían más derecho a un orgasmo, al menos durante una relación casual. En tanto, los participantes percibieron que las mujeres tenían más derecho a experimentar un orgasmo que los hombres en una relación a largo plazo.
Janet Brito, terapeuta sexual en Honolulu, Hawái, quien no participó del estudio, explicó el motivo.
“Cuando se establece seguridad y protección en relaciones a largo plazo, permite que las mujeres se sientan más seguras al expresar sus necesidades y hace que los hombres estén más abiertos a negociar”, dijo Brito.
“Es posible que, en las relaciones a largo plazo, la pareja haya descubierto cómo equilibrar el poder sexual”, agregó.
En la segunda encuesta, realizada a 223 personas, Klein y sus colegas pidieron a los participantes leer una anécdota sobre un encuentro sexual en el que ni el hombre ni la mujer lograron el orgasmo: ¿Quién necesita y tiene más derecho al orgasmo en este escenario?
“Casi las tres cuartas partes de los participantes optaron por priorizar el orgasmo del hombre”, dijeron los investigadores en el artículo. El hombre en la situación hipotética fue percibido como más “decepcionado”, “frustrado”, “insatisfecho” y “privado” que la mujer.
En una tercera interrogante, los investigadores preguntaron a 151 personas: “Por favor, piensen en un encuentro sexual entre una mujer y un hombre. Imagina que sólo uno de ellos pudiera tener un orgasmo. ¿Quién debería tenerlo?
El 66,2% de la muestra escogió al hombre sobre la mujer.