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Estudio parece resolver misterioso origen de enormes rocas de Stonehenge

Estudio parece resolver misterioso origen de enormes rocas de Stonehenge
AFP
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En este estudio, publicado en el periódico científico Science Advances, utilizaron rayos-X portátiles para analizar la composición química de las rocas, que son 99% sílice.

Stonehenge, una maravilla neolítica en el sur de Inglaterra, ha turbado a historiadores y arqueólogos durante siglos por sus misterios: ¿cómo se construyó? ¿Cuál era su propósito? ¿De dónde provienen sus imponentes rocas?

La última interrogante podría finalmente tener respuesta tras la publicación el miércoles de una investigación que encontró que la mayoría de las piedras gigantes que componen el lugar, conocidas como "sarsens", parecen compartir un origen común a 25 km de distancia, en Wast Woods, una zona de gran actividad prehistórica.

Los hallazgos refuerzan la teoría de que los megalitos fueron llevados a Stonehenge prácticamente al mismo tiempo: unos 2.500 años AC, en la segunda fase de construcción del monumento, lo que a su vez podría ser una señal de que sus constructores pertenecían a una sociedad altamente organizada.

Este estudio, publicado en el periódico científico Science Advances, también contradice planteos previos de que una gran roca específicamente, la Heel Stone, pertenece a las inmediaciones del lugar y fue erigida antes que el resto.

El director de la investigación David Nash, profesor de geografía física en la Universidad de Brighton, declaró a la AFP que la tecnología requerida para analizar las piedras, que tienen hasta nueve metros de altura y pesan tanto como 30 toneladas métricas, no existía hasta hace poco.

Nash y su equipo usaron rayos-X portátiles para analizar la composición química de las rocas, que son 99% sílice pero contienen trazas de varios otros elementos.

"Eso nos reveló que la mayoría de las piedras tienen una composición química común, lo que nos llevó a determinar que lo que estamos buscando aquí es una única fuente", indicó el investigador.

Luego, examinaron dos muestras medulares de una de las rocas que se habían obtenido durante los trabajos de restauración realizados en 1958, pero que se habían perdido hasta que reaparecieron en 2018 y 2019 respectivamente.

Practicaron a las muestras una técnica de análisis más sofisticada llamada espectometría de masa, que detecta un mayor abanico de elementos con más precisión.

El resultado de la composición fue luego comparado con 20 posibles lugares de origen de estas rocas sedimentarias, siendo West Woods y Wiltshire los lugares más afines.

"Enorme esfuerzo" 

Investigaciones previas descubrieron que las piedras más pequeñas de Stonehenge vinieron de Gales, unos 200 km al oeste. El nuevo estudio asegura que esas piedras y las "sarsen" fueron colocados al mismo tiempo.

"Así que debió haber sido un esfuerzo enorme en ese momento", sostuvo Nash. "Stonehenge es como una convergencia de materiales traídos de diferentes lugares", acotó.

Todavía se desconoce cómo los primeros británicos pudieron transportar 25 km las enormes rocas, aunque la idea predominante es que fueron arrastradas con trineos. Sin embargo, la significación del lugar sigue siendo un misterio.  

"Creo que tenemos aquí a una sociedad muy organizada", señaló Nash.

En cuanto al por qué se eligió West Woods como origen de las piedras, el profesor consideró que pudo tratarse de pragmatismo, por ser uno de los lugares más cercanos.

Pero en la zona se ha detectado abundante actividad neolítica temprana, con numerosas tumbas -conocidas como túmulos-, grandes excavaciones circulares y una roca que se utilizaba para afilar hachas.

Nash dijo que el método ideado por el equipo de investigación podría ayudar a responder más interrogantes arqueológicas, como la ruta utilizada para transportar las piedras, que podría determinarse si se hallan lascas de las enormes rocas en los puntos de referencia.

Él y su equipo también esperan utilizar la técnica en otros lugares donde se erigen "sarsens".

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