Un estudio de la Sociedad Europea de Endocrinología confirmó que los cerebros de las personas transgénero (aquellas que no se identifican con el género que se asignó al nacer) coinciden con el género con el que se identifican.
Para llegar al descubrimiento, los investigadores analizaron la actividad cerebral de cerca de 160 jóvenes trans y la compararon con la actividad cerebral de jóvenes cisgénero (personas que sí se identifican con el género que les asignaron al nacer).
De esa forma descubrieron que, por ejemplo, el cerebro de una mujer trans funciona igual que el cerebro de una mujer cisgénero.
El descubrimiento indica por lo tanto que la identidad de género de una persona puede ser detectada científicamente a temprana edad, lo que ayudaría a las personas trans en el proceso de transición, que en algunas ocasiones consiste en un tratamiento hormonal o intervenciones quirúrgicas.
Al respecto, la profesora Julie Bakker, experta en neuroendocrinología y autora principal del estudio, dijo a Newsweek que "cuanto antes se detecte (la identidad de género), mejores serán los resultados del tratamiento (para la transición)”.
Asimismo, anunció que seguirá trabajando en favor de la comunidad y espera que en el futuro ella y su equipo estén “mejor equipados para apoyar a estos jóvenes, en lugar de simplemente mandarlos al psiquiatra y esperar que su angustia desaparezca espontáneamente”.