Lin Buxiu, un estudiante de 22 años, vive un difícil momento por culpa del coronavirus. Y es que el joven dejó su alojamiento en enero, para visitar a su familia fuera de Wuhan, la que es considerada "cuna" del coronavirus.
Sin embargo, no pudo volver.
Y es que por esas fechas se recrudecieron las medidas restrictivas, las que impidieron que el joven volviera a su dormitorio en el alojamiento en que residía.
Junto con eso, dejó a su tortuga dentro.
Meses han pasado desde aquel momento, lo que provocó la constante preocupación del joven.
"Solo planeaba estar fuera durante un mes, así que la dejé con suficiente comidan y agua para unas semanas (...) ¿quién sabía que la pandemia significaría no poder regresar durante ocho meses?", dijo Buxiu, según consigna Mirror.
Al regresar al dormitorio, se topó con la peor noticia: su mascota estaba muerta, convertida en polvo y huesos.
El reptil había muerto de hambre y pasó sus últimos instantes de vida en el balcón.
El joven dio a conocer la historia a través de redes sociales, para compartir su dolor tras el terrible momento.