Lavinia Woodward, una joven inglesa de 24 años que aspira a convertirse en cardiocirujana en la Universidad de Oxford, protagonizó un violento crimen tras un tensa discusión doméstica. Thomas Fairclough, su novio en ese momento, fue acuchillado en la pierna, además de recibir con violencia un jarro de mermelada y una computadora portátil por parte de la estudiante.
La fuerte discusión se originó cuando el novio de Lavinia le confesó a su madre que ella era adicta a las drogas. Con esto, la chica perdió el control y atacó a su pareja bajo los efectos del alcohol.
Tras el incidente, el joven decidió llevar el caso ante el Tribunal de la Corona de Oxford, según explica el Daily Mail.
Aquí lo insólito:
Lo más probable, en este tipo de delitos, era que Lavinia fuese sentenciada a una pena de prisión. Sin embargo el juez del caso, Ian Pringle, sugirió evitar la cárcel para la joven en virtud de su sobresaliente desempeño académico.
El juez argumentó que “podemos hacer una excepción para que esta joven pueda cumplir su deseo de terminar su carrera y ejercer en la profesión” señaló. Una excepción que decidió tomar en razón de que la joven era "extraordinariamente capaz" e "inteligente" para ir a prisión, consignan los medios británicos.
Junto con sus credenciales académicas, el juez estimó que la joven tenía "demasiadas" atenuantes, entre ellas no tener faltas previas, haber mostrado arrepentimiento por el ataque y el haber "demostrado" su "determinación" para superar la adicción a las drogas. Tras conocer la sentencia, la joven se limitó a señalar "gracias", para luego romper en lágrimas junto a su familia.
El fallo ha sido duramente criticado por organizaciones de la sociedad civil, quienes señalan que una excepción de este tipo jamás se habría dado ante una joven de raza negra o de bajos ingresos.
La universidad, en tanto, señala que Woodward actualmente tiene suspendidos sus estudios, por razones médicas, y su futuro será resuelto por la institución en su minuto.