Warren Beatty y Faye Dunaway cargaran toda la vida con la cruz del error más grande en la historia de los Oscar. Fueron ellos los que anunciaron equivocadamente a "La La Land" como la ganadora al premio de Mejor Película, cuando el galardón le pertenecía a la cinta "Luz de Luna".
Los actores son la cara visible del fiasco, sin embargo, las culpas son compartidas en este caso y, la mayor parte de ella, le corresponde a Brian Cullinan y Martha de la Torre Ruiz, las personas encargadas de entregar los sobres con los nombres de los 24 años.
Ambos eran las únicas personas en el mundo que conocían el detalle de los triunfadores y los encomendados por la auditora PricewaterhouseCoopers de llevar los dos maletines idénticos con las tarjetas, tal como lo ha hecho la empresa durante 70 años.
Para asegurarse de que nadie más sepa los datos, y no dejar ningún tipo de rastro, memorizan los nombres de todos los triunfadores.
Su labor es proteger los portafolios y preocuparse de entregar la información correcta en el momento adecuado a los presentadores, para lo cual se ubican en costados opuestos del escenario..
Esta era la cuarta vez que Cullinan desempeñaba la custodia, mientras que Ruiz lo hacía por segundo año.
Su función implica cierto grado de glamour y de logística, por lo que llegan en autos separados y toman rutas diferentes rumbo al teatro.
Además, durante la previa, son sujetos de entrevistas con los medios y se encargan de entregar información, en esta ocasión con un toque humorístico por parte de Ruiz, del paradero de las valijas mientras se acerca la ceremonia.
"No parece muy complicado, pero hay que asegurarse de que se está dando el sobre correcto al presentador", comentaba Cullinan en los días previos.
Aunque la auditora no ha entregado el nombre del responsable, parece está más o menos claro la razón por la cual se traspapelaron los sobres.
Aparentemente, Beatty y Dunaway salieron al escenario por una entrada distinta a Leonardo DiCaprio, quien minutos antes entregó el premio a la Mejor Actriz a Emma Stone, de "La La Land", el nombre que generó la confusión.
El hecho obligó a PricewaterhouseCoopers a ofrecer disculpas y anunciar un sumario interno. "Estamos investigando cómo esto ha ocurrido y lamentamos profundamente que esto haya acontecido", sentenció la empresa.
