Una insólita situación remeció a la pequeña ciudad de Galion, en Ohio, EE.UU. Se trata de una zona de apenas 10 mil habitantes, y donde los niños salen a recoger dulces durante la tarde bajo el resguardo de sus padres. En medio de esto, se puso a llover.
Fue ahí que Braylen Carwell, de 5 años, decidió volver a su casa. Poco antes había comenzado a sentir temblores, los que pesó que se debían al repentino cambio de temperatura.
"Me estaba poniendo los calcetines y luego empecé a temblar. Y luego no pude mover mi brazo o mis dedos", declaró el menor a WBNS.
El padre del niño lo llevó rápidamente al hospital, y para entonces, "el lado izquierdo de su cara estaba caído, luego se desmayó y luego no pudo mover el brazo izquierdo. Y no sabía dónde estaba, no sabía lo que estaba haciendo", afirmó su madre, Julia Pence, a WSYX.
Los padres de Braylen pensaron que era una convulsión. Pero una prueba de orina reveló la verdadera causa: había consumido metanfetamina.
De acuerdo con un informe policial, su padre, Cambray Carwell, señaló que había llevado a sus hijos a recoger dulces en el lado oeste de la ciudad. Cuando llegaron a casa, los niños se quitaron el disfraz y Braylen "se desmayó por algo".
El menor había comido solo un par de dulces, según su padre, pero se había puesto dientes de vampiro falsos en su boca antes de que comenzara a temblar.
Carwell dijo que tiró los dulces a la basura y que la policía fue a la casa del padre para guardar el botín de Halloween del niño como evidencia.
De acuerdo a The Washington Post, los investigadores no han identificado a un sospechoso de proporcionar la droga al menor. Todo hace a pensar que venía al interior de sus dulces.
"Sabemos que el niño dio positivo para la metanfetamina, pero no sabemos qué tipo. La persona promedio que ve el titular automáticamente piensa en cristal de metanfetamina, pero no sabemos si fue una droga ilegal, un medicamento recetado o qué", declaró el jefe de policía de Galion, Brian Saterfield.
La policía publicó una advertencia en su página de Facebook, aunque ningún otro niño en Galion ha presentado síntomas similares.