Esta es la sustancia que ayuda a quemar más grasas haciendo ejercicio
Carlos Ruiz Moreno, Universidad Camilo José Cela
El interés por los factores que ayudan a perder grasas –o a presumir de un cuerpo bonito según los estándares de belleza actuales– está creciendo. Cada vez más deportistas recurren a suplementos para aumentar su uso, entre ellos la p-sinefrina.
Esta molécula proviene de la naranja amarga, la “naranja de Sevilla”. La p-sinefrina tiene la capacidad de unirse a los receptores ß3 adrenérgicos encargados de regular el metabolismo de las grasas. Al establecer contacto, incrementa la lipólisis y se libera energía de los depósitos de grasa del músculo. Una energía que puede ser utilizada durante el ejercicio.
Por si fuera poco, la p-sinefrina inhibe a la enzima piruvato deshidrogenasa, encargada de transformar los hidratos de carbono en grasa.
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P-sinefrina sobre pedales
Desde una perspectiva deportiva, la p-sinefrina no se puede catalogar como una sustancia ergogénica, porque no mejora el rendimiento deportivo. Sin embargo, resulta muy eficaz para modificar la gestión de sustratos energéticos.
Para entender su mecanismo hay que saber primero que, en condiciones normales, la mayor oxidación de grasas se consigue a intensidades moderadas, mientras que a intensidades altas predomina el uso de glucógeno muscular (hidratos de carbono).
Pues bien, varios estudios realizados por el grupo de investigación del laboratorio de fisiología del ejercicio de la Universidad Camilo José Cela evidencian que consumir p-sinefrina 45 minutos antes de realizar ejercicio aumenta las grasas oxidadas como energía principal, tanto en personas activas como en ciclistas profesionales. Simultáneamente se reduce la oxidación de hidratos de carbono, sin inducir cambios en el gasto energético total.
La dosis necesaria para conseguir este efecto es pequeña. Los últimos estudios apuntan a que bastan tres miligramos de p-sinefrina por kilo de peso para maximizar la oxidación de grasas durante el ejercicio. Adicionalmente, hay evidencias de que su consumo también podría aumentar la oxidación de grasas en el descanso deportivo, aunque son necesarias más investigaciones para tener pruebas sólidas.
Sin efectos adversos
¿Pero qué pasa con los efectos adversos? Sencillamente, no se le ha encontrado ninguno. Estudios con metodología doble ciego concluyen que su ingesta, tanto puntual como crónica, no induce cambios en la presión arterial sistólica, diastólica o frecuencia cardiaca medidos mediante electrocardiogramas.
Por otro lado, tres miligramos por kilo de peso de p-sinefrina tampoco inducen dolor gastrointestinal, ni dolor de cabeza ni malestar muscular post-ejercicio en encuestas autoperceptivas. Y se ha demostrado con animales que hasta un gramo por kilo de peso al día sigue siendo una dosis segura.
Llegados a este punto, es necesario que se lleven a cabo más investigaciones sobre los efectos de la ingesta crónica de p-sinefrina. Solo así podremos clarificar la utilidad de esta sustancia, combinada con programas de ejercicio, para producir una reducción eficaz de la grasa corporal. Eso sí, poniendo énfasis siempre en que la pérdida de peso está relacionada con un déficit calórico.
Además, sería interesante realizar estudios para analizar si la ingesta de p-sinefrina podría ahorrar glucógeno muscular (carbohidratos). Y si este mecanismo serviría para mejorar el rendimiento en deportes de resistencia.
Carlos Ruiz Moreno, Fisiología del ejercicio y ciencias del deporte, Universidad Camilo José Cela
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