The 1975 cierra Lollapalooza Chile desatando el delirio de la fanaticada adolescente
Solamente había pasado la intro "The 1975", "Love me" (uno de sus grandes hits) y "UGH!" —de su último disco "I like it when you sleep, for you are so beautiful yet so unaware of it" (2016)— y Matthew Healy tuvo que calmar los ánimos. "Sigan conmigo: dos pasos atrás y uno hacia la izquierda. ¡Y respiren!", dijo el líder de The 1975, que veía cómo los fanáticos que se encontraban en las primeras filas estaban haciendo demasiada presión sobre las barreras puestas delante del escenario en el Movistar Arena. Acostumbrado al delirio de sus fans, el británico no quería accidentes.
Por suerte, y gracias al carisma del frontman, la tónica del concierto —último sideshow de Lollapalooza Chile— se trasladó hacia la música y la conexión de la banda con los 4500 seguidores que llegaron hasta el domo mayor del Parque O'Higgins.
A diferencia de su show del pasado sábado en la edición local del festival, la performance del cuarteto fue especialmente dedicada a sus fanáticos. La banda hizo debutar tres canciones en esta gira ("The city","So far (It’s alright)" y "Medicine"), las proyecciones en la pantalla central y los juegos de luces fueron más completos y atrapantes —dado que su presentación del fin de semana fue a plena luz del día— y Healy estaba claramente más enfocado.
La figura que derrite a los fanáticos y a los medios especializados en el Reino Unido —por su lengua mordaz y una mezcla de actitud pretensiosa pero sencilla cuando se trata de agradar a sus fans— se dio un festín sobre el escenario.
Sedujo con movimientos sugerentes, se subió a una de las tarimas para darle más realce a su interpretación, demostró sus grandes dotes de bailarín y también su capacidad para manejar a las masas.
Antes de disparar "Me" de su debut homónimo, Healy realizó un pequeño discurso, diciendo que el recuerdo de ese momento quedaría en sus corazones y no en un teléfono celular. De inmediato, y exceptuando tres o cuatro smartphones en todo el recinto, los asistentes bajaron sus equipos para disfrutar de la canción.
Las postales de una noche que, originalmente, debía vivirse el 27 de septiembre del año pasado y que cambió su recinto por éxito de ventas. Un cierre redondo de Lollapalooza en manos de la Mejor Banda Británica de la actualidad, según los últimos Brit Awards.