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Sting revive su etapa más rockera en un íntimo show en Chile

Sting revive su etapa más rockera en un íntimo show en Chile
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El músico británico se presentó ante 13 mil personas en el Movistar Arena, en una noche en la que también acompañó a su hijo Joe Sumner que, junto al cuarteto The Last Bandoleros, abrió el espectáculo.

"Muy buenas noches, público chileno. Estoy muy contento de estar aquí". Sting, en esta pasada, también quiso ser maestro de ceremonias. El artista británico de 65 años regresaba a Chile como parte de su más reciente gira "57th & 9th tour", pero antes de robarse el rol protagónico, él mismo subió al escenario al promover a sus invitados, como parte de un espectáculo marcado por un ambiente de intimidad. 

Sting no corre riesgos. De entrada dispara "Synchronicity II" y "Spirits in the material world", dos clásicos de su antigua banda, pero rejuvenece en los músicos que fichó para su actual gira y también en las canciones de su último disco "57th & 9th" .

Y cómo no, si el primer acto soporte era su hijo, Joe Sumner. El líder de Fiction Plane solo tuvo un espacio de tres canciones, pero su propuesta folk y algunos tonos vocales similares a los de su padre hicieron que el público comenzara a entusiasmarse.

De hecho, en su última canción compartió escenario con The Last Bandoleros, el cuarteto tejano que llegaba como segundo invitado de la noche. Armonías a cuatro voces como The Beach Boys compartiendo melodías con los ritmos sureños fueron las claves de un mini set que concluyó en compañía de Sting cantando "Where do you go?".

"Nos vemos en un ratito", dijo el ex The Police antes de marcharse, y a las 21:20 horas reapareció en escena, a dos años de su último concierto en nuestro país. Hasta la polera azul apretada parecía la misma que lució en aquella oportunidad, también en el Movistar Arena, aunque la actitud era completamente distinta.

@jaimevalenzuelafotografo - DG Medios
@jaimevalenzuelafotografo - DG Medios
Créditos: @jaimevalenzuelafotografo - DG Medios
 

 

Sting no corre riesgos. De entrada dispara "Synchronicity II" y "Spirits in the material world", dos clásicos de su antigua banda, pero rejuvenece en los músicos que fichó para su actual gira y también en las canciones de su último disco "57th & 9th" (2016). 

"I can't stop thinking about you" y "One fine day" son las primeras en debutar en tierra local, marcando el paso de uno de los álbumes más rockeros desde que el bajista abandonó The Police. Así los cortes funcionan para aumentar el peso de su catálogo y para contagiar al resto de su discografía. Hasta "Englishman in New York" se revitaliza de electricidad. 

De todas formas, ese arranque de energía no desenfocó el estado personal del espectáculo: un escenario a baja altura como si se tratara de un club, The Last Bandoleros haciendo los coros y Joe Sumner compartiendo micrófono con su padre en los últimos espacios de "Shape of my heart".

Al contrario, ese encuentro entre la cercanía y la masividad del sonido propuesto por el frontman sirvió para que las 13 mil personas que llegaron al domo mayor del Parque O'Higgins se compenetraran con la esencia de las distintas canciones. 

@jaimevalenzuelafotografo - DG Medios
@jaimevalenzuelafotografo - DG Medios
Créditos: @jaimevalenzuelafotografo - DG Medios

 

De pie y alzando las manos en "So lonely", "Message in a bottle" o "Roxanne"; moviéndose al ritmo de la música en "Desert rose"; y con una actitud más contemplativa en "Ashes to ashes", en un pequeño homenaje al fallecido David  Bowie -que incluso disfrutó Tom Morello, el guitarrista que este miércoles se presenta en Chile junto a Prophets Of Rage-.

Sting sigue siendo el mismo de toda la vida. Mantiene intacta su voz y su elegante manera de concebir el rock. Una jugada que lo transformó en uno de los talentos más transversales de su época, lo dicen los éxitos y el grito de los adultos que vinieron acompañados por sus hijos. Una vigencia que traspasa generaciones. 

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