Sentada en su cocina, junto a su representante, tras el éxito de "Bajos instintos" (1992) —el thriller erótico que la instaló en el trono a la actriz más sexy de su generación—, Sharon Stone lloró y repitió que no volvería a trabajar hasta que le pagaran lo que era justo.
La actriz estadounidense de 57 años contó a People lo mal que lo pasó luego de filmar la película con Michael Douglas por culpa de la desigualdad salarial que aún pena en Hollywood.
"Servía mesas y limpiaba suelos y si tú haces lo mismo, no está bien que te paguen diferente", apuntó la intérprete, exigiendo que el mismo trato salarial no sea solo para las actrices sino para todas las mujeres.
Y Sharon Stone no está sola en esta cruzada.
La ganadora del Oscar, Jennifer Lawrence, de 25 años, expresó que "me enojé conmigo misma —no con Sony—", luego de darse cuenta de que cobró menos que Christian Bale y Bradley Cooper por participar en "Escándalo americano" (2013).