El comienzo de Wes Craven en el cine fue bastante tortuoso, si incluso en los años 70 era conocido por ser un director truculento por la temática de sus historias. Por eso, le costó harto que su guión de Pesadilla en Elm Street fuera aceptado.
Tras recorrer varios estudios y productoras, fue finalmente New Line Cinema quien decidió aceptar la cinta que se convirtió en todo un éxito. No obstante, de las siete películas de la saga, el sólo dirigió dos, siendo la primera de 1984 su obra emblema.
Diversas cintas llegaron en el camino hasta que en 1996 volvió a encontrar otro gran éxito de la mano de un guión de Kevin Williamson que quería mostrar la evolución del subgénero slasher. Así nació Scream, filme que seguía a un asesino enmascarado que atormentaba a sus víctimas con llamadas telefónicas.
Fue tanto el éxito de la película, que la máscara se convirtió en un verdadero objeto de culto. Además, se realizaron tres secuelas.
