En junio de 2018, Scarlett Johansson rechazó interpretar a un hombre trans en la película "Rub and Tug".
Allí, la mujer de "Avengers: Endgame" (2019) tendría el papel del gángster estadounidense Dante "Tex" Gill, dueño de varias salas de masajes en los años 70.
Y un año después, en la revista As If aparecieron unas declaraciones de la actriz que generaron polémica, ya que aseguraba que el mundo de la actuación ahora sigue una serie de modas como la "corrección política": "Como intérprete debería poder dar vida a cualquier persona, árbol o animal porque es mi trabajo y así lo requiere".
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Sus dichos no fueron bien recibidos por parte de la comunidad LGBTQ+, pero Johansson se defendió expresando que la publicación fue manipulada. "Es una entrevista que se publicó recientemente y se editó para hacer clickbait, está fuera de contexto", dijo la intérprete.
"Personalmente creo que en un mundo ideal cualquier actor debería poder interpretar a cualquiera en todas sus formas, debería ser inmune a la corrección política", añadió la actriz: "Ese es el punto que estaba planteando, aunque no lo vi de esa manera".
De todas formas, aclaró que los actores trans no tienen las mismas oportunidades que los profesionales blancos cis: "Reconozco que, en realidad, existe una amplia discrepancia entre mi industria, que favorece a los actores caucásicos y de cisgénero, y que no todos los actores han tenido las mismas oportunidades que yo".
"Sigo apoyando, y lo seguiré haciendo siempre, la diversidad en todas las industrias y continuaré luchando por proyectos donde todos estén incluidos", cerró.
