Los rudos de "Rápidos y Furiosos", más precisamente Dwayne Johnson, Jason Statham y Vin Diesel, "han negociado contratos para asegurarse de que no pierdan ninguna pelea en el set para mantener sus perfiles de macho alpha".
Así publica The Wall Street Journal, detallando que las tensiones han sido tales entre los actores que hasta se han analizando las peleas para que ninguno de ellos "reciba más golpes que el otro".
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De acuerdo a las fuentes consultadas por el medio de comunicación, Vin Diesel, de 52 años, llevó a su hermana productora al set de grabación para que contara cuántas veces recibió un puñetazo y así contraatacar en los mismos términos.
Jason Statham (52), en tanto, tiene un acuerdo con Universal Studios que limita cuán mal puede verse luego de ser golpeado por sus rivales.
El reportaje habla de la "vanidad" de las estrellas de Hollywood y demuestra los tratos de justicia en cuanto a la violencia con ejemplos claros: en "Rápidos y furiosos 5in control" (2011), Vin Diesel empuja a Dwayne Johnson contra una pared, y este se levanta de inmediato para llevarlo contra otro muro, o sea, imitando los mismos movimientos.
En "Rápidos y furiosos 8", por otra parte, el ex luchador de la WWE se enfureció porque el intérprete de Dominic Toretto lo derribó al suelo, y exigió al menos volver a ponerse de pie para que la paliza no pareciera extremadamente exagerada.
Ni Universal Studios ni los representantes de las estrellas hollywoodenses han comentado estas revelaciones.
"Rápidos y Furiosos: Hobbs & Shaw", el primer spin-off de la franquicia con Johnson y Statham, se estrenó el jueves 1 de agosto en los cines chilenos.
