Una de las manifestaciones para expresar el rechazo a los casos de acoso sexual y de la desigualdad de género que existe en la industria del cine ha sido vestir de negro en las principales alfombras rojas y galas de las últimas premiaciones.
Y este domingo, durante los premios BAFTA, todos quienes se suman al movimiento Time's Up siguieron el "dress code" con un riguroso negro en su vestuario.
Sin embargo, una de las personalidades invitadas llegó a la premiación de la academia de cine británico de otro color, generando críticas.
Se trató de la Duquesa de Cambridge, Kate Middleton, quien lució un vestido verde botella de la diseñadora Jenny Packham, junto a su esposo, el príncipe William.
A pesar de contar con una cinta como un cinturón y un clutch de color negro, su tenida fue rechazada por no adoptar una señal clara en contra de los abusos a mujeres en la industria del cine.
Aunque fueran detalles, de acuerdo al protocolo de palacio, los integrantes de la familia real no pueden demostrar, de ninguna manera, alguna afiliación o tendencia a un movimiento político.