El comienzo de la entrega de la versión 88 de los Premios Oscar estuvo marcado por la polémica que antecedió a este evento: la nula presencia de figuras de raza negra entre los nominados.
Apenas entró al escenario el animador de los galardones de la Academia, Chris Rock, dio la bienvenida a "los premios de la gente blanca", agregando, siempre en tono de broma y muchas risas, que él había pensado en renunciar a animar los premios debido a que era negro, pero luego determinó que no estaba dispuesto a perder otro trabajo.
Rock siguió por varios minutos con un discurso en el que, principalmente, tomó en un tono menos serio la polémica, destacando, por ejemplo, que "estoy seguro de que no había nominados de color en el 62 y no había protestas porque teníamos cosas serias por las que protestar en ese momento".
Así también, Chris manifestó que "no todo es sexismo o racismo. a los hombres ¿le preguntan más porque todos se visten igual?".
De esta manera, se trató de tomar más a la broma el tema racial. De hecho, la versión 88 de los Premios Oscar mostró un video, en tono chistoso, con cómo hubieran sido las cintas nominadas a Mejor Película con protagonistas de raza negra, desatando grandes carcajadas en el Teatro Dolby de Los Angeles, en donde se efectúa este gran evento del mundo del cine.