De entrada, el Teatro Caupolicán recibía al público con un manifiesto de lo que provoca un fenómeno. Cientos de prendedores con una flor roja -o una corona en el mismo tono- amoldaban el peinado de las fanáticas que llegaron temprano al recinto de San Diego para recibir a Mon Laferte.
La cantante chilena más destacada de México continuaba con su larga gira por nuestro país en una de sus paradas más multitudinarias. 4.500 personas agotaron los boletos disponibles para un espectáculo que repetiría este miércoles en el mismo lugar y con las mismas cifras.
Tras el inicio de "Tormento", la bulla se convirtió en coro para interpretar "Vuelve por favor" incluso antes de que la propia Mon Laferte comenzara a cantar.
En el escenario, la confección de una pequeña plaza en tonos pasteles, con un banco algo oxidado y tres árboles que concebían los primeros brotes de la primavera representaban la melancolía detrás del exitoso proyecto de la artista.
Pero también la propuesta de un show íntimo, lleno de guiños a la historia personal de la cantautora, y familiar por el público transversal que tomó lugar en el Teatro Caupolicán. El mismo que de entrada regaló un griterío de bienvenida a los siete músicos que acompañaron a la protagonista y que se intensificó con la salida a escena de Monserrat Bustamante -todos vestidos color mostaza-.
De hecho, tras el inicio de "Tormento", la bulla se convirtió en coro para interpretar "Vuelve por favor" incluso antes de que la propia Mon Laferte comenzara a cantar. Ante las muestras de cariño, la cantante solo atinaba a lanzar besos y llevarse las manos a la cara con la candidez auténtica de alguien que logró el sueño y el reconocimiento.
Si acaso la atmósfera podía ser todavía más cercana, las luces cenitales se apagaron y el escenario se iluminó con unas pequeñas ampolletas colgadas sobre los árboles. Porque apareció el catálogo de boleros de la artista, que aprovechó de recordar a su abuela antes de entonar "La trenza" -canción de corte autobiográfico que da nombre a su último disco y a la actual gira- bajo la mirada de una fanaticada a la que ya le caían las primeras lágrimas.
Pero el momento más preciado llegó cuando la artista habló de las canciones compuestas para su último disco que no entraron en el trabajo final.
Luego de ese espacio, comenzaron las sorpresas. Natti Pérez, líder de Amanitas (la banda que abrió el show), tocó la caja peruana en "Yo te qui", y Manuel García se sentó en el banquito, al lado de Mon Laferte, para interpretar "Cielito de abril".
Pero el momento más preciado llegó cuando la artista habló de las canciones compuestas para su último disco que no entraron en el trabajo final. Porque de allí sacó la inédita "Cuando era flor" y, minutos antes, cantó "Antes de ti", que creó durante los últimos días. Probablemente, ambas aparecerán en el DVD oficial que se grabó durante la presentación
De ahí en adelante, el eje del espectáculo fue la versatilidad de una cantante que se alza como una de las mejores intérpretes de la región, que canta la pena arraigada en esta parte del mundo y que ejecuta el bossa nova, el ska de "No te fumes mi marihuana" o la cumbia en el hit "Amárrame" con total soltura y simpleza. Tanto como para incluir baile y actuación en una performance soberbia.
Mon Laferte, como heroína de teleserie, la reina del sur.