Laura Antonelli: muere reconocida figura del cine erótico italiano
La actriz Laura Antonelli (73), uno de los sex symbols del cine italiano de la década de los setenta, fue encontrada muerta este lunes en su domicilio en Italia, ubicado, específicamente, en el municipio romano de Ladispoli.
El cuerpo de la actriz fue hallado a primeras horas de la mañana por su asistente, quien llamó inmediatamente al servicio de emergencia sanitario, el cual certificó el fallecimiento. Ahora deberán ser los forenses los que establezcan el momento exacto de la muerte y sus causas.
Nacida el 28 de noviembre de 1941 en Pola, en el sur de Italia, Antonelli fue inicialmente profesora de educación física, hasta que en 1969 un productor de fotonovelas descubrió su belleza y le abrió las puertas del cine.
El rol que la lanzó a la fama fue el de una empleada doméstica que hacía enloquecer a su patrón en la Sicilia de los años 50. El film era Malizia, un largometraje dirigido en 1973 por Salvatore Samperi, y en ella aparecía como una mujer provocativa y muy sensual, una imagen que le convirtió en un símbolo sexual para los italianos de la época.
Luego vinieron otras películas, como Sessomatto, de Dino Risi; El Inocente, de Luchino Visconti; o Pasión de Amor, de Ettore Scola.
El ocaso de una diva
Después de estar alejada de la pantalla grande debido a una depresión, Antonelli fue arrestada el 27 de abril de 1991 tras encontrar en su poder 36 gramos de cocaína. Fue condenada a tres años y medio de prisión por tenencia de estupefacientes, pero fue absuelta después de nueve años de proceso judicial. Es que en marzo de 2000, un Tribunal de Segunda Instancia de Roma aceptó la tesis de la defensa y resolvió que la droga era para uso personal y no para ser vendida.
Por otra parte, una operación de cirugía estética a la que se sometió en 1992, y que prácticamente le desfiguró la cara, agravó aún más su alejamiento de la gran pantalla, mientras que en 1996 Antonelli fue internada en la sección psiquiátrica de un centro sanitario de Civitavecchia.
De esta manera, Laura terminó sus días sin proyectos, sin fama, con problemas mentales, involucrada en el mundo de las drogas y lejos de ser la sex symbol que revolucionó Italia en los años setenta.