Morrissey ha encajado dos polémicas entrevistas durante la última semana. En conversación con el diario Die Spiegel, primero, relativizó las denuncias de acoso sexual y violación contra Kevin Spacey y Harvey Weinstein, actor y productor, respectivamente, que se convirtieron en los íconos del escándalo que remece a Hollywood.
Y ahora, en palabras dichas al mismo periódico alemán, el ex líder de The Smiths realizó una controversial reflexión acerca de la inmigración, al decir que la multiculturalidad europea está "ahogando la identidad de la naciones".
De hecho, el cantautor recalcó que "quiero que Alemania sea alemana. Quiero que Francia sea francesa. Si intentas que todo sea multicultural, al final no tendrás ninguna cultura. Todos los países europeos han peleado por su identidad por muchos, muchos años. Y ahora solo la desperdician. Creo que eso es triste".
De la misma forma, Morrissey habló de la canciller alemana Angela Merkel, luego de que se le preguntara si la considera como la "madre" del continente.
"Bueno, es suficientemente inteligente para no decir mucho. Se mantiene en silencio, lo que es interesante. Pero estoy triste porque Berlín se ha vuelto una capital de la violación… por las fronteras abiertas", aseguró el músico.
Ahora se espera que sus propios colegas no dejen pasar sus palabras. De hecho, luego de sus dichos sobre el escándalo de abusos sexuales de la industria del entretenimiento estadounidense, la vocalista de Garbage, Shirley Manson, le dedicó un certero: "¡Jódete, Morrissey, jódete!".