Fue una de lo símbolos sexuales del cine de los años setenta y ochenta... pero a un alto costo. Se trata de Britt Ekland, quien saltara a la fama en 1974 como chica Bond en la cinta "El hombre de la pistola de oro".
La actriz acaba de confesar que "nunca" estuvo satisfecha con su aspecto físico y que padeció la presión de la industria para que permaneciera bella y joven. "Puedo ver fotos mías en internet y reconocer lo preciosa que era, pero en ese momento no lo vi", declaró la figura sueca.
A los 73 años, Ekland se mostró arrepentida de haber aceptado someterse a tantas cirugías estéticas por pedido de los hombres más importantes del cine de ese momento. Es más, reveló que para seguir teniendo trabajo llegó a limarse los dientes para salir mejor en cámara.
Durante su participación en un programa de TV británico, Britt responsabilizó a los directivos de 20th Century Fox por los excesivos retoques en su rostro, destacando que "me destruyeron la cara".
La ex chica Bond también afirmó que un período "muy traumático" de su vida fue a causa de un procedimiento fallido en su labio superior, sobre lo que dijo que "durante mucho tiempo no pude hacer televisión ni películas".
Britt Ekland vivió un intenso y conflictivo matrimonio con el actor inglés Peter Sellers y también mantuvo un romance con el cantante Rod Stewart durante ocho años. En la TV inglesa contó, además, sobre su lucha contra la dismorfia corporal, un trastorno que consiste en una excesiva preocupación por algún defecto percibido en el cuerpo, ya sea real o imaginado.
Hoy, alejada de los sets, la actriz sueca es critica de los estereotipos de belleza que se le imponen a sus colegas femeninas. "Todas las mujeres son copias. No hay individualidad", sintetizó.