"Estoy lista para dejarlo ir. Absolutamente, cien por ciento. La perdono y pido disculpas por todo lo que he dicho, y espero lo mismo de ella. Pienso que es tiempo de hacerlo".
Con estas palabras, la cantante Katy Perry anunció que busca una tregua con su archienemiga Taylor Swift. Un conflicto que se arrastra desde hace años y que el pasado viernes llegó a su clímax, cuando la intérprete de "California Gurls" acusó a Swift de "intentar asesinar mi personaje".
Ese mismo día Katy Perry había estrenado su nuevo disco "Witness". Coincidentemente, Swift decidió liberar toda su discografía, la que había retirado en 2014 de todas las plataformas digitales. Los fans de la ex de Orlando Bloom acusaron "revancha".
En medio del punto de mayor tensión entre ambas divas, Katy Perry pidió poner término al conflicto. "Hay problemas más grandes en el mundo. La amo y quiero lo mejor para ella, y creo que es una fantástica compositora, y creo que si las dos representamos a mujeres fuertes que se unen a pesar de las diferencias, creo que todo el mundo puede hacer lo mismo como 'sí, podemos hacerlo'", afirmó al Huffington Post.
"Probablemente no estoy de acuerdo con todo lo que hace, y probablemente ella no esté de acuerdo con todo lo que hago, pero quiero que tomemos el mismo camino, y estemos en un lugar de amor, perdón, comprendimiento y compasión", agregó.
La historia del drama
El conflicto se remonta a cuando Taylor Swift publicó su canción "Bad blood" (2014), la que dedicó a Perry por haberse involucrado con su ex pareja, John Mayer. Y no solo eso, en una entrevista la acusó de haber "saboteado" su gira al intentar "quitarle" gente de su equipo.
La respuesta de Perry fue críptica, pero cualquier persona que haya visto "Mean girls" entenderá el sentido. "Buscando a la Regina George en piel de oveja...".
Fue el pasado 23 de mayo, durante su participación en el programa "Carpool Karaoke", que la intérprete de "Firework" reveló que quiso buscar un entendimiento con Swift, sin embargo esta última se negó. "Ella lo inició y es hora de que lo termine. Traté de hablar con ella al respecto, pero no quiso", dijo la autora de "Firework".
Perry, además, se refirió a cuando Swift denunció que quería robarle a los bailarines. "Me enfadó; luego viene y escribe una canción sobre mí. '¿Es así es como quieres solucionarlo? Allí te va el karma'. Creo en las mujeres unidas, no divididas, con todo esto, no curaremos el mundo", comentó la cantante, cuyo nuevo tema "Swish Swish" -donde lanza duras advertencias a sus enemigos- ha sido interpretado por sus fans como una alusión a Swift.
El viernes, en entrevista con NME, Perry abordó su desahogo con James Corden. "Nadie había preguntado mi lado de la historia, y siempre hay tres lados en cada historia: uno, dos y la verdad (...) No soy Buddha, estas cosas me irritan".
"Quisiera poder poner la otra mejilla cada vez, pero no soy un monigote. Especialmente cuando alguien intenta asesinar mi personaje con niñas pequeñas", agregó.
Dos días después, Katy Perry pidió una tregua. La respuesta de Taylor Swift aun es un misterio.
