En pocos días, Katy Perry cocinó con Gordon Ramsay, hizo yoga con el actor de "Modern family" Jesse Tyler Ferguson, tuvo una conversación con Arianna Huffington e, incluso, se reunió con Left Shark —el simpático (bailarín disfrazado de) tiburón que se hizo famoso en su presentación en el Super Bowl—.
Nada raro para una celebridad de su talla. ¿La novedad? Cada una de esas actividades fueron transmitidas vía streaming en un reality de 96 horas protagonizado por la artista. ¿La justificación? Una estrategia de promoción poco convencional de su último disco "Witness" (2017), estrenado el pasado 9 de junio.
Aunque el proceso no solo ha sido de diversión para la mujer de "I kiss a girl", que también ha revelado varios pasajes complicados de su vida personal y su carrera como estrella del pop.
El último de ellos fue en una charla con DeRay Mckesson del movimiento Black Lives Matter. Allí, el activista por los derechos de la comunidad afroamericana en Estados Unidos le recordó un momento controvertido, cuando fue criticada por uno de sus looks en el video de "This is how we do", en el que fue acusada de "apropiación cultural".
En esa producción, la mujer comía sandía al tiempo en que lucía un estilo de cabello llamado cornrows —un "peinado" tradicional africano—.
Y su respuesta fue la siguiente: "He cometido varios errores. Incluso en ese video tuve una conversación con Cleo, una de mis empoderadas ángeles, acerca de lo que significaba".
"'¿Por qué no puedo usar mi pelo de esa manera? ¿O cuál es la historia detrás?'. Y me habló del poder en el cabello de las mujeres negras y de lo hermoso que es, y de la lucha", continuó.
"Escuché y escuché y no lo supe, y nunca entenderé algunas de esas cosas. Por lo que soy. Nunca lo entenderé, pero puedo educarme y eso es lo que estoy tratando de hacer en este camino", cerró Perry.
Y esa solo fue una de las situaciones en que se mostró vulnerable.
Durante las primeras horas de reality show, la cantante se sometió a una terapia con el reconocido psicólogo del programa "The Therapist", Siri Sat Nam Singh.
En la consulta, Katy Perry le reveló al profesional que tuvo problemas con el alcohol y que la palabra suicidio pasó por su cabeza.
"Escribí una canción sobre ello. Me avergüenza haber pensado esas cosas, sentirme así de arruinada y deprimida. Puedes tener razón o sentirte amada; yo solo quiero sentirme amada", expresó.
Y mezclando el plano personal con el profesional, la artista habló con James Corden donde ahondó en su disputa con Taylor Swift.
"Estoy lista para dejarlo ir. Absolutamente, al 100%. La perdono y pido disculpas por todo lo que he dicho, y espero lo mismo de ella. Pienso que es tiempo de hacerlo", confesó la voz de "Last friday night".
"Nadie había preguntado mi lado de la historia, y siempre hay tres lados en cada historia: uno, dos y la verdad (...) No soy Buddha, estas cosas me irritan. Quisiera poder poner la otra mejilla cada vez, pero no soy un monigote. Especialmente cuando alguien intenta asesinar mi personaje con niñas pequeñas", le dijo al creador de "Carpool Karaoke".