Justin Bieber ya no sabe de qué quejarse
El estrellato hace rato que dejó trastocado a Justin Bieber. El cantante canadiense de 22 años, que después de lanzar su último álbum "Purpose" (2015) parecía que se enrielaba en lo expresamente musical, volvió a dar muestras de su caprichosa personalidad. No quiere que lo califiquen ni que lo critiquen bajo ninguna circunstancia. Por eso mostró su incomodidad sobre las entregas de premios.
"No sé acerca de estos shows de premios. Sin faltar al respeto a nadie de esos shows o la gente que los hace. Nada más que amor para ustedes y su apoyo, pero no me siento bien cuando estoy ahí ni después", escribió el artista en su cuenta de Instagram después de asistir a los Billboard Music Awards.
Raro, pensando en que Bieber lleva seis años participando activamente —y con buenos resultados— de estas ceremonias, desde que lanzase su disco debut "My world 2.0" en 2010. "Trato de pensar en eso como una celebración pero no puedo evitar sentir que la gente está calificando y clasificando mi performance. Mucha gente en la audiencia ahí parece estar preocupada por cuánto tiempo en cámara tendrá o con quién puede trabajar", agregó.
Además, expresó que es sus presentaciones normales la gente va a pasarla bien, a diferencia de estos shows a los que calificó como "vacíos" y lleno de "sonrisas falsas".
"Estoy siendo premiado por las cosas que estoy haciendo no por quien soy, lo cual se entiende. Sé que sería difícil calcular un premio para el espíritu de alguien…. Soy privilegiado y estoy honrado de ser reconocido por mis compañeros pero en estos escenarios no puedo sentir el reconocimiento", cerró la voz de "Sorry".
Con esto, Justin Bieber vuelve a mostrar su lado menos amable después de que confirmase que no se tomará más fotografías ni firmará autógrafos a los fanáticos porque se siente como "un animal de zoológico".
Incluso, dentro de ese contexto, botó con desprecio una bandera de Argentina entregada por una seguidora.