El anfitrión del Óscar Jimmy Kimmel aseguró que se divirtió con el caos del año pasado, con la equivocación del premio a mejor película, pero advirtió que si algo así se repite de nuevo todo el mundo relacionado con el show tendría que ser despedido.
En la edición pasada, también animada por Kimmel, Warren Beatty y Faye Dunaway anunciaron el ganador errado tras una confusión con los sobres: era "Moonlight" y no "La La Land".
"Si esto pasa de nuevo, literalmente todo el mundo que trabaja en [la cadena] ABC deberá ser despedido. Pasa una vez y se entiende, pasa una segunda vez, nadie es lo suficientemente competente para llevar un programa de televisión, una televisora", dijo a periodistas en un evento de la Asociación de críticos de televisión en Pasadena.
"No creo que vuelva a suceder. Tengo que admitir que me divertiría mucho".
De cualquier forma, siguió Kimmel, que repite este año, el "99%" de la edición pasada del Óscar salió bien, agregando que él no piensa que el error fue "un desastre de las dimensiones del Titanic como mucha gente pensó".
"Al final es solo un grupo de celebridades dándose trofeos entre ellos, seamos honestos".
El comediante de 50 años no dijo cuánto del escándalo sexual en Hollywood ocupará su monólogo.
"Estoy seguro que será un punto a tocar, al menos que pase algo tipo un arma nuclear dirigida a Sacramento".