George y Amal Clooney dijeron que ayudarán a 3.000 niños sirios refugiados a ir a la escuela este año en Líbano, donde las Naciones Unidas dice que 200.000 niños no reciben educación después de huir de la guerra en la vecina Siria.
La Fundación Clooney para la Justicia dijo que se ha asociado con Google y HP para ayudar a la UNICEF y al Ministerio de Educación del Líbano a abrir siete escuelas de "segundo turno" para niños refugiados.
El Líbano tiene más de un millón de refugiados sirios, incluyendo cerca de 500.000 niños. La iniciativa les brindará educación en escuelas públicas a través de un "segundo turno", un sistema de clases de tardes adicionales exclusivamente para ellos.
"No queremos perder a toda una generación, porque tuvo la mala suerte de haber nacido en el lugar y momento equivocado", dijo el actor ganador del Oscar, George Clooney, y la abogado internacional de derechos humanos, Amal Clooney, que dio a luz gemelos el mes pasado.
"Miles de jóvenes refugiados sirios están en riesgo: el riesgo de no ser nunca una parte productiva de la sociedad", dijo la pareja en un comunicado. "La educación formal puede ayudar a cambiar eso".
Una donación de $3,25 millones de la Fundación Clooney para la Justicia, Google y HP pagará por el transporte, los útiles escolares, los computadores, el contenido, el plan de estudios y la formación de maestros.
Un portavoz de la fundación Clooney, Max Gleischman, dijo que la organización había decidido apoyar la educación de los refugiados sirios a través del sistema escolar público, en lugar de invertir en escuelas privadas operadas por SABIS, una compañía internacional que ha preparado a estudiantes para la universidad.
La fundación había anunciado el año pasado que trabajaría para inscribir a miles de niños en las escuelas SABIS.
Siria vive una guerra civil desde 2011, con enfrentamientos entre fuerzas leales al régimen de Bashar Al Asad y militantes del Estado islámico que quieren tomar control de territorio sirio e iraquí. La mitad de los 22 millones habitantes de Siria han sido desarraigados por la guerra, la que ha dejado cerca de 400.000 muertos.
