La Casa Real Británica posee uno de los protocolos más estrictos en el mundo de la realeza. Es por esto que siempre sus miembros –sobre todo las mujeres– están siendo analizados a cada momento: su comportamiento, su vestuario, sus gestos.
Una de las que más está siendo observada en el último tiempo es Meghan Markle. Su vestuario, sus salidas de protocolo y su maquillaje son siempre foco de atención para la prensa, que analiza cada uno de sus movimientos. De hecho, la nueva polémica en la que está envuelta tiene que ver con este último aspecto.
La duquesa de Sussex asistió este lunes a los British Fashion Awards 2018 para entregar un galardón a Clare Waight Keller, directora creativa de Givenchy y artífice de su vestido de novia, dejando a todos impactados.
Meghan se vio muy sobria con un vestido de dicha firma donde dejó ver su avanzado embarazo. Hasta ahí todo bien, sin embargo, el gran problema fueron sus manos.
Se trata del color de sus uñas. De acuerdo al protocolo real, las mujeres deben llevar las uñas en tonos muy claros o sin pintar, debido a que la reina Isabel II encuentra vulgar llevarlas en tonos oscuros, consignó Daily Mail.
Vanity Fair España señaló que este nuevo "desplante de protocolo" sucede a unas semanas de que haya corrido el rumor sobre un llamado de atención que habría hecho la reina a la esposa de Harry, luego de que asistiera con los hombros descubiertos al desfile Trooping the Colour.
Pero, ¿qué tiene que ver esto con Kate? La misma revista hizo mención a una noticia que se publicó en 2014 donde se indicaba que la reina increpó a Kate para que utilizara ropa más sobria. Tanto fue así, que Angela Kelly, la estilista de la monarca mayor, empezó a trabajar en la imagen de Middleton. Incluso, desde que llegó a la realeza, la esposa de William jamás ha sido vista llevando sus uñas pintadas con colores oscuros.
Con todos esto vale la pena preguntar ¿será Meghan una princesa rebelde?