"Ha habido momentos en el pasado, rodando una película, donde me han dicho que entorpecía el proceso cuando daba una opinión o una idea".
Esa fue una de las frases que destacan dentro de la entrevista que Emma Stone concedió a la revista Rolling Stone. La taquillera actriz de Arizona está viviendo el éxito de su más reciente filme "La la land: Una historia de amor" —que corre por ventaja para animar la próxima entrega del Oscar— y con ese hito como antecedente se convirtió en la portada de enero de la publicación estadounidense.
Allí, la intérprete de "El sorprendente Hombre Araña" contó alguno de los episodios más insólitos que vivió en Hollywood por culpa del machismo: "Ha habido veces en las que he improvisado, se han reído de mis bromas y se las han dado a mi compañero, un hombre".
Incluso, reveló que fue víctima de varios engaños dentro de la industria, como de experimentos en la pantalla que la hacían quedar mal: "Les decía que creía que algo no iba a funcionar y me decían: 'Dilo, dilo, si no funciona, lo cortamos'. Y luego no lo cortaban, y es que de verdad que no quedaba bien".
Y en materia personal, Emma Stone también tenía otros problemas. Cuando niña, sufría de un trastorno de ansiedad complicado, el que la hacía sentir cosas como esta: "Cuando tenía siete años, estaba convencida de que mi casa iba a quedar reducida a cenizas. Podía incluso sentirlo. No era una alucinación, solo un apretón en el pecho, tenía la sensación de que no podía respirar, de que el mundo se iba a acabar. Tuve algunos brotes como ese, pero lo de la ansiedad era constante".
No podía ir a la casa de sus amigos o abrir la puerta para ir al colegio.
"Empecé a actuar en un pequeño teatro, improvisando y haciendo sketch de comedia. Mientras improvisas, tienes que estar presente, y esa es la antítesis de la ansiedad", añadió la actriz.
