Esta semana, específicamente el martes 20 de diciembre, se cumplieron 20 años desde que Canal 13 emitió el último capítulo de su telenovela “Adrenalina”. Y dentro del gran reparto de esa producción dramática estaba -en ese entonces- un debutante actor en la pantalla chica, Guillermo Calderón. Recién salido de la escuela de teatro, personificaba al “Killer”, el pololo de “Raquel” (Catalina Saavedra), la rockera que era parte del grupo de amigos del protagonista, “Andrés Betancourt” (Luciano Cruz-Coke).
Hoy Calderón se alejó de la actuación… y ganó por lejos. Es el dramaturgo chileno con mayor éxito en el extranjero. De hecho, vive en Nueva York, Estados Unidos.
“Neva”, "Diciembre", "Clase" y “Escuela” forman parte de su trabajo e impacto en el teatro chileno e internacional, a la vez que como guionista no se ha quedado atrás. Es el hombre clave de las últimas grandes películas del director Pablo Larraín. Su mente ha originado los guiones de “El club” y “Neruda”, ambas altamente premiadas por la crítica y por importantes distinciones en el mundo del cine. Cabe recordar que lo último relevante de aquello es la postulación de “Neruda” a Mejor Película de Habla No Inglesa en los próximos premios Globos de Oro.
Y ese mismo hombre que hoy destaca fuera de las fronteras de Chile es el que, con pelo largo y look rockero, se podía ver en una de las teleseries más recordadas de los años noventa, “Adrenalina”.
“Nadie se acuerda en realidad, pero de repente alguien se acuerda y como que me dicen `¿tú no eras el Killer?`, y yo como que me río, porque es divertido que la gente se recuerde”, confiesa Calderón a T13.cl, agregando que ese pasado “no lo cuento, porque la conversación se va para otro lado, aunque me encanta pensar en ellos (el equipo de trabajo de la telenovela)”.
Guillermo tiene muy buenas palabras para las personas con las que trabajó en esa producción y señala que “tengo mucha pena, porque una vez más se juntaron hace como cinco años, hicieron como una reunión, y yo me la perdí”, agregando que “ellos se siguen juntando, tienen como un cariño que se ha ido cultivando y la lata es que yo me he distanciado un poco, pero no porque haya querido, sino porque estoy fuera y con otros tiempos”.
El ex “Killer” confiesa que “yo lo pasé increíble, fue el primer trabajo que hice en televisión después de haber salido de la escuela de teatro y trabajé ahí con la Cata Saavedra y con un elenco de gente súper diversa”, a lo que añade que fue “un período muy raro. Pero era la aventura de trabajar en un proyecto donde toda la gente iba a pasarlo bien y que, además, la gente lo vio y se recuerda”.
Guillermo Calderón rememora que luego de "Adrenalina" pasó a la naciente área dramática de Megavisión, donde hizo una teleserie más, “Rossabella”. Posterior a ello se retiró del género. “Fue una bonita época. De hecho, cuando murió Aníbal Reyna estaba muy conmovido, porque yo me había hecho cercano a él en esa teleserie”, detalla el ex actor de telenovelas... pero, ¿por qué las dejó?
“Me salí de ese mundo. No me sentía tan cómodo actuando en general, entonces fui derivando a dirigir y escribir. Fue como un proceso natural de hacerlo”, declara Calderón a sus hoy 45 años. Eso sí, dice que “podría actuar (de nuevo)”… pero “algo chico”. En ese sentido es que, medio en broma medio en serio, manifiesta que “si alguien quiere un personaje decadente y con cara de cansado, ese soy yo, soy el actor indicado porque ese es mi estado natural después de tantas películas y obras de teatro”.
Y dentro de esas películas a las que le ha dedicado harto tiempo, y con muy buenos logros, están las de Pablo Larraìn. Acerca de aquello destaca que “eso es un privilegio, porque no solo Pablo está creando un cine que está a un excelente nivel y está haciendo cosas muy interesantes, sino que yo también lo miro y me doy cuenta que él está pasando por un muy buen momento creativo, entonces me encanta ser parte de eso y también sentirme parte de un equipo enorme, como es el equipo de Pablo”.
Consultado por sus sensaciones frente a lo que ha alcanzado, Guillermo responde que “lo mejor es tener la oportunidad de seguir trabajando. Cada vez que haces un trabajo, otra gente se interesa en ti y te invita a trabajar en más proyectos”, poniendo énfasis en que “eso es lo bueno que he tenido, la posibilidad de seguir trabajando. Eso es lo importante”.
¿Y cuáles son sus metas? El dramaturgo y guionista contesta que “mis ambiciones son solo artísticas, solo hacer cosas de mejor calidad. O sea, yo no sueño en escenarios más grandes ni en trabajar en otros países, algo que todas maneras sigo haciendo, pero sueño en hacer cosas de mejor calidad y que me gusten más a mí”, sintetizando que él es feliz viviendo en Nueva York: “es un buen lugar para concentrarse y trabajar aislado”.
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