Eagles of Death Metal llegó como uno de los platos fuertes a Lollapalooza Chile y no defraudó. La banda que sufrió en carne propia los atentados en París cuando miembros del EI entraron al teatro Bataclán mientras tocaban -matando a más de 80 fans y un miembro del staff- demostró que su rock está más vivo que nunca.
Si bien no hicieron comentario alguno, Jesse Hughes manipulaba su guitarra como si fuese una escopeta en un acto combativo después del horror. Y es que el líder de Eagles of Death Metal vive cada concierto como si fuera el último.
Desenfundan un cóctel de guitarras rocanroleras, estruendosas que resuenan por todo el escenario, como "I only want you" y "I want you so hard" y le dan un toque sexy de garage rock en "I love you all the time" -que se ha transformado en el símbolo de su regreso tras los ataques terroristas-.
Y Hughes se mueve por todo el escenario arengando a su equipo a darlo todo: hicieron una batalla de guitarras, celebraron el cumpleaños de su bajista, Matt McJunkins, tomando champaña y una "piscola al seco", antes de que el líder bajase a compartir con los fanáticos.
Tras cada show, Lollapalooza Comienza a ganar intensidad.
