Resultados preliminares de la autopsia practicada al cuerpo de Bobbi Kristina Brown, la hija de la fallecida cantante Whitney Houston, no arrojaron indicios que apunten a la participación de terceros en el deceso.
El Departamento Forense del condado de Fulton informó que la autopsia no muestra "causas subyacentes obvias de la muerte (…) Tampoco se observaron lesiones importantes", publica TMZ.
El peritaje tampoco detectó condiciones médicas desconocidas que expliquen el porqué Bobbi Kristina estaba sumergida inconsciente en su bañera en enero pasado, después de lo cual quedó en coma.
El novio de la joven, Nick Gordon, declaró que él y Bobbi Kristina habían estado consumiendo drogas antes del trágico suceso.
La joven, de 22 años, falleció el pasado domingo tras permanecer en coma desde enero, cuando fue encontrada inconsciente en la bañera de su casa del estado de Georgia, en el sureste de Estados Unidos.
La policía mantiene abierta la investigación que abrió el 31 de enero, día en que la joven fue hallada en su baño, pero en estos meses no ha podido precisar lo que pasó.
Los equipos de emergencia lograron reanimarla, pero su actividad cerebral quedó muy afectada y nunca más volvió a despertarse del coma.
Ante el continuo deterioro de su estado, su familia decidió trasladarla en junio a un centro de enfermos terminales, donde se le quitó toda medicación y recibió tratamiento paliativo.
Bobbi Kristina murió apenas tres años después de que su madre falleciera trágicamente de una forma similar.
La cantante fue encontrada el 11 de febrero de 2012 boca abajo en la bañera de una habitación de un hotel de Los Ángeles, tras una sobredosis de drogas, alcohol y medicamentos.
El cuerpo de la joven será sepultado en la misma tumba de su madre, en Fairview Westfield, Nueva Jersey.