La actriz, Anne Hathaway, quien obtuvo el Oscar en 2013 por su papel en Los Miserables, reaccionó de una forma extraña durante la gala, lo que atrajo muchas críticas.
Esta semana, durante una entrevista con The Guardian, la protagonista de “El diario de una princesa” se ha sincerado y decidió revelar qué pasaba por su cabeza durante aquella situación:
"Me sentí muy incómoda. Se me fue la cabeza rodando esa película y para entonces aún no me había recuperado. Tuve que hablar delante de mucha gente y sentir algo que no siento, felicidad sin complicaciones.
Parece obvio, ganas un Oscar y debes estar contenta. Pero no me sentía así. Sentía que estaba mal estar ahí con un vestido que costaba más de lo que mucha gente verá en su vida y ganando un premio por representar el dolor que aún percibía que formaba parte de la experiencia colectiva de la Humanidad.
Traté de fingir que estaba feliz y me metieron caña por ello, de qué forma. Esa es la verdad, es lo que pasó. Es un asco. Pero lo que aprendes con ello es que sólo sientes que te vas a morir de vergüenza, pero no te mueres de verdad".
Mientras se desarrolló la entrevista, la artista decidió hablar sobre el valor de que la energía masculina sea siempre positiva y no de una virilidad cargante, como la que han liderado los ataques machistas al remake de Cazafantasmas, y explica que le gusta interpretar a adictos porque en su vida ha conocido a varios y desea "mostrar su lado humano".
Hathaway se muestra contenta con su reciente maternidad (dio a luz en marzo de 2016) y sostuvo que no ha tenido tiempo de ver sus últimos filmes porque "alimentar a un niño de mi cuerpo copa todo mi tiempo".