Adele vivió en carne propia los problemas psicológicos que puede provocar un embarazo. La artista confesó que sufrió de depresión posparto luego de dar a la luz a su primer hijo, situación que la ha guiado para ayudar a que se visibilicen estas experiencias.
Durante este lunes, la voz de "Rolling in the deep" publicó una fotografía en Instagram junto a su mejor amiga Laura Dockrill.
La mujer tuvo al que es ahijado de la cantante británica, embarazo por el que fue diagnosticada con psicosis posparto.
"Esta es mi mejor amiga. Hemos sido amigas más tiempo del que no lo hemos sido. Tuvo a mi hermoso ahijado hace 6 meses y fue el mayor desafío de su vida en más de un sentido. Ha escrito el artículo más íntimo, ingenioso, desgarrador sobre su experiencia de convertirse en una nueva mamá y ser diagnosticada con psicosis posparto. Mamás, tienen que hablar de cómo se sienten porque en algunos casos podría salvarles la vida o la de otra persona", escribió Adele, recomendando a sus seguidores a pasar por el blog en el que Laura contó su experiencia.
Allí, la mujer cuenta el duro parto que desencadenó la psicosis, que hizo que su salud empeorara gravemente: no comía y su piel palideció, además sufría de ataques de ansiedad y tuvo pensamientos suicidas.
Pensaba constantemente que su bebé moriría y que ella era una pésima madre. Tan grave fue su situación que acusó al padre del menor de secuestro.
Debido a lo anterior, Laura fue internada en un hospital durante dos semanas, alejada de su hijo, para llevar adelante un tratamiento médico y psicológico.