Alex Anwandter presenta su último disco: "No me interesa ser panfletario ni siento que sea efectivo"
Desde el lanzamiento de "Rebeldes" (2011) que Alex Anwandter (33 años) venía trabajando una parte de su discografía, exclusivamente, en base a temáticas como la homofobia y la discriminación de género. Canciones del grueso de "¿Cómo puedes vivir contigo mismo?" o "Tatuaje" comenzaban a delinear una serie de imágenes que con el tiempo se convertirían en imperdibles del pop chileno de la última década. Con el correr de los años las escarbaría hasta sus cimientos. Y en distintos formatos. Porque este 2016, el músico estrenó en el Festival de Cine de Berlín su primera película "Nunca vas a estar solo", basada en la vida de Daniel Zamudio.
"Me sorprendió un montón la recepción, la gente temblando en la película y como llorando, Sergio Hernández —uno de los protagonistas— me decía que lo paraban en la calle para agradecerle por la película. Entonces no sé qué más podría esperar uno", dice el ex líder de Teleradio Donoso a T13, aunque asegura que para completar la experiencia falta el estreno en Chile, que llegaría en una fecha no más distante que el segundo semestre.
Y a pocas semanas de ese hito en su carrera artística, Alex Anwandter lanza “Amiga”, el segundo disco bajo su nombre real —con colaboraciones de Ale Sergi y Juliana Gattas de Miranda! y Julieta Venegas—, en un concepto que tatuó cruzado en la muñeca de su brazo derecho.
La gente describe este disco como un disco político, pero para mí la distinción entre mensaje político y reflexión política son importantes
"Muchas veces la gente describe este disco como un disco político, pero para mí la distinción entre mensaje político y reflexión política son importantes en la medida en que no me interesa ser panfletario, ni porque me interesa ni porque siento que sea efectivo", expresa sobre el álbum en el que no se puso límites estéticos, "porque es un disco que está cargado de ideas. Ideas a veces densas o complejas, me sigue importando mucho ser entretenido al dar estos mensajes, le añade a su impacto".
"La coherencia del disco está dada por los temas que el disco propone, por lo que el disco habla. Se siente de una manera muy directa, que siempre soy yo el que está hablando. El hilo conductor está clarísimo", añade Anwandter. Así, propone frases como "La Iglesia me mandó al infierno y el Congreso cree que estoy enfermo" en el rol protagónico.
—¿Sintió usted que era el momento de ser más directo?
"Más que sentir que era el momento, es una capacidad que uno desarrolla. Por eso admiramos tanto a Jorge González. Es algo que se desarrolla o que gente como él, que son como genios, trae eso incorporado desde un principio; uno que es un mortal se puede demorar unos años", expresa riéndose, agregando que "'Rebeldes' se adentraba en algunos territorios de temáticas colectivas, pero ese disco salió el año 2011 que fue bastante convulsionado para nosotros como país. Y yo acompañando en tomas o marchas, no pude evitar hacerme la pregunta de qué tanto estaba reflejando este entorno mío en mis canciones. Mi respuesta conmigo mismo era: no lo suficiente. Sigo pensando parecido a esa época, pero el esfuerzo creo que fue unificar mi vida personal, política y artística en un solo paquete".
No pude evitar hacerme la pregunta de qué tanto estaba reflejando este entorno mío en mis canciones. Mi respuesta conmigo mismo era: no lo suficiente
—¿Podría hablarme de la decisión de poner como ejes del disco la homofobia y el machismo?
"Si yo simpatizo con la lucha del pueblo mapuche, yo creo que es sano tener un nivel de coherencia y credibilidad mínima que personalmente me impediría hacer una canción sobre los mapuches porque quién soy yo y qué sé de su lucha. Escoger las batallas no tiene que ver con que el próximo disco se trate del Río Puelo y la detención por sospecha, se trata de lo que te toca a ti más cercano y qué es lo que se te hace más urgente".
—¿Cómo un disco como este puede ayudar a visualizar estas temáticas en la sociedad? ¿Cuál es el poder de este disco?
"Tengo que ser muy claro respondiendo que no tengo idea. No tengo idea porque simplemente no sé si es medible ni si hay una especificidad de efecto del arte en la sociedad. Creo que parte del atractivo del arte es que funciona en una dimensión que no es tan racional, que es emocional y, por otro lado, veo esto más como un camino que como una meta. Puede que a nadie le guste el disco, que nadie lo escuche, pero yo también soy una persona, un ciudadano, y es como si yo hubiera vivido en Estados Unidos en los 60 y me hubiese quedado calladito con los derechos civiles de los afroamericanos. Es una decisión que se toma. La decisión es por qué camino andar, más que hacia donde llega ese camino. No tengo idea".
Según comenta el músico, lo raro está en que los artistas, supuestamente con una sensibilidad particular, no hablen nunca en su carrera sobre cosas que tocan la vida de todas las personas a su alrededor.
Hay mucha interrogación sobre lo que está haciendo, dice. Y no es tan raro: "Una canción de amor de un hombre hacia otro hombre es una manera de indicarte 'hey, esto no sucede nunca, ¿por qué?'".
"Y estos temas que pongo en el disco hacen más difícil que otros artistas logren salirse con la suya de normalizar el homicidio de mujeres como bajo esa lupa pseudo romántica. El otro día estaba pensando en esa canción 'Tírate' de Los Tres, que es como 'si no quieres tener sexo conmigo, tírate por la ventana' y creo que nadie la ha visto con esa óptica, es un hit de los 90 y las mujeres la cantan y es como 'todo bien'. Ahora estamos un poquito más alerta y espero formar parte de ese lado", cierra.