12 duras y grandes revelaciones del ex líder de Sex Pistols
Con un libro en español, Johnny Rotten vuelve a compartir con sus seguidores la historia de su vida profesional y personal. En La Ira es Energía, el ex líder de Sex Pistols saca la voz fuertemente -una vez más-, y he aquí algunos de los pasajes más memorables de lo que son sus memorias.
De la basura
"Vengo de la basura. Nací y crecí en un barrio muy pobre del norte de Londres, un lugar parecido a como te imaginas Rusia hoy en día. No sólo era una sociedad extremadamente controlada, sino que la sensación de estar vigilado era también enorme. La gente que nacía en este sistema de mierda, shitstem, como lo llaman los jamaicanos, estaba convencida de que había personas que tenían derecho de mandarte. A la familia real le dije: 'Podéis pedir lealtad, pero no exigirla. No estoy para servir a nadie'".
El problema de la política estadounidense
"Aquí, en Estados Unidos, hace poco surgió un debate sobre por qué cada ex presidente se dedica a fundar una biblioteca, cuando es notorio que ningún político ha abierto un libro en su vida. De hecho, eso podría explicar la política estadounidense".
Granadas verbales
"Me gustaría dar las gracias al sistema británico de bibliotecas, pues fueron mi campo de pruebas, allí es donde aprendí a lanzar granadas verbales. Porque yo no arrojaba ladrillos a los escaparates en nombre de la rebelión, sino palabras allí donde importaba. Las palabras cuentan".
El cuestionamiento a tener opinión
"Me disgustan todos los gobiernos. Éste, al menos, me estaba diciendo que me prohibían decir ciertas cosas o, en otras palabras, tener una opinión propia. Descubrí que yo era tóxico para los poderes fácticos. Pocos cantantes pop han llegado tan lejos en este sentido. Ahora están las Pussy -como se llamen- en Rusia. Pero antes de ellas, yo era el cantante pop que había vivido la situación más extrema, la más política y la más peligrosa. Y la verdad es que entonces yo me descojonaba. Nuestro supuesto mánager, Malcolm McLaren, se cagaba vivo, al igual que el resto del grupo. Ésa fue, básicamente, la razón por la que empezamos a distanciarnos: tenían miedo de verse involucrados en lo que consideraban un escándalo. Yo pensaba que eran preguntas que necesitaban hacerse, una investigación pública en todos los sentidos, poner sobre la mesa cuestiones como '¿qué es lo que se puede y no se puede decir?', '¿por qué cojones es una palabra que no puedes ni tocar?' o '¿quién decide estas cosas?'. Eso es lo que me dirigió en la senda en la que estoy desde entonces: cuento las cosas como son y nunca doy marcha atrás".
"Tonto del bote"
"Una monja me llamaba 'tonto del bote' y todo el colegio empezó a llamarme así. Es estremecedor lo que esas hijas de puta te pueden hacer pasar. Pasé de ser el niño que sabía leer y escribir a los cuatro años a convertirme en el 'tonto del bote' (sufrió de meningitis en la niñez). Me costó muchísimo superarlo, pero lo conseguí. En un año o dos volví a sacar sobresalientes. Esas cabronas me hicieron la vida imposible, así que tuve que educarme yo solo. Y seguí adelante. Si había un libro, lo cogía y me ponía a leer. Adoraba leer".
El ex mánager
"Si hay una persona que en realidad no había hecho nada en la vida, ése era Malcolm (McLaren)... no creo que a Malcolm le gustara la música. Sólo era ruido para acompañar el futuro de ropas exóticas que imaginaba. Malcolm y su grupito no eran más que unos capullos medio hippies que iban de artistas. Ni más ni menos. Su ropa podía ser diferente, pero su mentalidad seguía siendo igual de banal y mezquina. Era una pandilla que se chupaba el culo y no hacía nada, no generaba nada ni ofrecía nada. Estaban tan ensimismados y fascinados con ellos mismos que habían perdido el contacto con la realidad. Una realidad en la que yo estaba firmemente anclado".
Más del ex mánager
"(Nos trataba) como si fuéramos una puta camiseta. Era un tipo muy controlador. ¿Qué te has creído que soy? ¿Un hámster que te has comprado y al que le puedes poner un collar de lentejuelas? Qué imbécil de mierda, atreverse a decirme cuáles tenían que ser mis gustos. ¡Vete a tomar por culo!... era muy destructivo, se destruía a sí mismo y a los demás, y le decía a la gente cómo tenía que vivir cuando él ni siquiera sabía manejar su propia existencia. Un desastre. Pobre cabrón".
La ex pareja
(Sobre la diseñadora Vivienne Westwood, que desde su tienda Sex propagó la estética punk en Londres) "Una auténtica arpía, una típica tendera a lo Margaret Thatcher, una dictadora absoluta, una persona ridícula, pero increíblemente creativa... mil gracias, zorra, te dedicas a vender la ropa que diseñaste basándote en mis ideas y todavía tienes la osadía de hablar así. Lo terrible es que mucha gente se lo tragó, se lo querían creer, y yo sigo condenado al ostracismo en lo que podríamos llamar la buena sociedad por un tipo de actitud que en esa época procedía directamente de Malcolm y de Vivienne. Te jodes, cariño. Aún sigo dando guerra".
¿Decisiones del gobierno?
Que el gobierno pueda dictar lo que la población debe o no debe hacer es absurdo. Si somos nosotros los que elegimos, ¿encima van a poder decirnos lo que hacemos mal? Al contrario, deberían visibilizar las cosas que hacemos bien... no juzguéis y no seréis juzgado".
El legado de Sex Pistols
"Antes de los Sex Pistols, ¿qué significaba el que una canción tuviera trascendencia social? A lo mejor un cantante folk deprimente canturreando con su guitarra acústica. Un horror".
La nueva generación
"Beyoncé, Rihanna, Jay-Z son tipo Las Vegas. En realidad, no hay mucho más detrás. Me deja frío. La música en los setenta fue tan emocionante porque había cosas muy distintas, no como ahora".
Problemas y más problemas
"Siempre he tenido problemas y, cuando terminaba uno, empezaba el siguiente. Para mí, la música no ha sido una forma de ganar trofeos. Simplemente sentía que había cosas que era necesario decir... ya he hecho mi parte, como por ejemplo poner sobre la mesa los corsés y los estereotipos de los británicos".