El ocaso de TEB: el autobús-túnel chino que resultó ser una estafa
Era un gigante de metal de origen chino que prometía transportar a mucha gente a la vez que dejaba las vías despejadas. El Transit Elevated Bus, un autobús túnel fue inaugurado con fanfarrias el año pasado prometiendo ser un hito para el transporte público mundial y finalmente se trató de una estafa.
De acuerdo a los datos proporcionados en su momento por el ingeniero a cargo del proyecto, Song Youzhou, la gran máquina podría transportar 1.400 pasajeros, el equivalente a 40 buses.
Su altura aproximada era de 4,5 metros y su ancho de 7,8 metros. El concepto era levantar una plataforma con dos hileras de ruedas que al rodar por las bermas dejaban libre la pista central para la circulación de vehículos particulares.
La idea se veía sólida, pero todo quedó en ese único viaje que se realizó en el lejano agosto de 2016.
¿Estafa?
Ya en esos tiempos se cuestionaba la fiabilidad del revolucionario proyecto. La agencia EFE publicó que el informe ambiental de la empresa que lo llevaría a cabo no había sido aprobado a la fecha de la inauguración de las obras e incluso se cuestionó la formación profesional del ingeniero Youzhou.
Pasaron los meses y el TEB jamás volvió a moverse.
Hace algunas semanas, CNN Money constató que las obras se interrumpieron y que las autoridades locales comenzaron a desarmar los 300 metros de rieles que se construyeron para la única prueba. Mientras, el bus-túnel genera sendos atochamientos.
Por si fuera poco, la empresa encargada de la megaconstrucción abandonó sus oficinas y no hay noticias del dinero de los inversionistas. Telegraph, en tanto, reporta el arresto de 32 personas que trabajaban en ella, incluyendo a Bai Zhiming, el jefe ejecutivo.