Tras Tommy Hilfiger el miércoles, la marca Calvin Klein decidió también combinar moda y política en la era Trump, y llamó a vestir una "bandana de la tolerancia" en su desfile del viernes en la Semana de la Moda de Nueva York.
Los periodistas registrados para cubrir su muy aguardado desfile -el primero del creador belga Raf Simons, que dejó Dior y se unió a la marca de prêt-à-porter estadounidense- recibieron una gran bandana blanca con arabescos en negro, junto a una tarjeta que pide usarla el viernes en señal de "unidad, inclusión y tolerancia".
El miércoles, en el desfile de Tommy Hilfiger que tuvo lugar por primera vez en Los Ángeles, todas las modelos llevaban una bandana igual en el puño en su pasaje final por la pasarela, y lo mostraron levantando los brazos al mismo tiempo.
La idea de la bandana partió del sitio especializado en moda "Business of Fashion", que lanzó la etiqueta #TiedTogether (#Atadosjuntos) y llamó a vestir la bandana a fin de "tomar posición claramente en favor de la solidaridad, de la unidad humana, y de la inclusión en medio de la incertidumbre creciente y el discurso peligroso que alimenta las divisiones".
Aunque ningún mensaje alude directamente al presidente Donald Trump o a su polémico decreto que prohíbe la entrada de refugiados y ciudadanos de siete países musulmanes al país, objeto de una batalla en la justicia, el mensaje contra la medida está implícito.
La Semana de la Moda para hombres, celebrada hace unos días en Nueva York, estuvo marcada por iniciativas políticas de varios diseñadores, sobre todo Robert James, que hizo desfilar a sus modelos con pancartas hostiles al gobierno Trump.
El poderoso sindicato de la moda (CFDA) repartió por su lado prendedores de apoyo a la organización de planificación familiar y servicios de salud para la mujer Planning Parenthood, a la cual los legisladores republicanos le quieren sacar la financiación gubernamental, que representa la mitad de sus ingresos.
Varios diseñadores que participan en la Semana de la Moda de Nueva York asistieron a la marcha de las mujeres en Washington el 21 de enero, al día siguiente de la investidura de Trump, entre ellos la chilena María Cornejo, que reside en Nueva York y que vistió a varias celebridades y a la exprimera dama Michelle Obama.