Aunque parezca extraño, en Australia hay un incendio que arde hace por lo menos seis mil años, pero ha sido relativamente poco estudiado. Está situado a unas cuatro horas de Sidney en un parque nacional llamado “Burning Mountain” (la montaña ardiente).
Este incendio tiene una particularidad, es subterráneo y sin llamas. Esto se debe a que lo que se está incendiando es una veta de carbón, que se encuentra a unos 30 metros bajo tierra.
"Es probable que sea una bola de alrededor de 5 a 10 metros de diámetro, que alcanza temperaturas de 1.000 grados Celsius", explica Guillermo Rein, profesor de ciencia del fuego en el Imperial College de Londres en el Reino Unido a Science Alert.
Este incendio se mueve a la velocidad de un metro por año, y ha avanzado seis kilómetros y medio, lo que hace suponer que arde hace al menos 6 mil años, pero esto es solo una estimación. Según el profesor Rain, podría estar ardiendo hace mucho más tiempo.
La mejor forma de identificar este incendio es por el humo y ceniza blanca, tierra cálida al tacto, rocas descoloridas de amarillo con rojo y un olor sulfúrico emitido por el calor.
El incendio tiene una manera curiosa de avanzar, ya que la veta de carbón agrieta la tierra, permitiendo que entre oxígeno, lo que a su vez aviva las brasas, como en una parrilla, lo que a su vez abre más grietas.
A pesar de que este extraño fenómeno no representa un peligro para las personas, ya que se encuentra alejado de cualquier estructura, si es una fuente de propagación de CO2, uno de los principales gases de efecto invernadero y por consiguiente una mala noticia para la lucha contra el cambio climático.
"El impacto del cambio climático en los incendios de vetas de carbón y el impacto de los incendios de vetas de carbón en el cambio climático es definitivamente algo que debería preocuparnos mucho", dice Rein.