El método de crianza que lleva a los bebés al baño desde los primeros días y evita los pañales
Para los padres es muy práctico, pero moverse y caminar con una gruesa braga de plástico no debe ser muy cómodo para los bebés, sobre todo si está húmeda.
En la mayoría de los países occidentales los padres suelen empezar a retirar el pañal y enseñarles a sus hijos a usar el orinal entre los dos y los tres años de edad.
Eso significa que, calculando 4 pañales al día por niño, al cabo de dos años y medio las familias habrán contribuido a la contaminación del planeta con 3.650 pañales, que no son biodegradables.
Por eso, algunas familias deciden ponen en práctica un inusual método de crianza que evita el uso de pañales desechables. El método se llama en inglés Elimination Communication (EC), un término un tanto enredado con el que se hace referencia a la comunicación que se debe establecer con el bebé sobre sus necesidades de eliminación del pis y la caca.
De acuerdo con esta estrategia, mediante la observación los cuidadores empiezan a entender el ritmo natural de evacuación del niño, así como las pistas que da mediante sonidos o movimiento corporal, y en lugar de dejarlo hacer sus necesidades en el pañal lo ponen en un orinal o lo llevan al baño desde los primeros días de vida.
A primera vista parece una estrategia muy engorrosa pero sus defensores aseguran que las evacuaciones no son tan aleatorias como se cree.
"Existe la noción de que los bebés se liberan inesperada y constantemente durante el día, pero, al contrario, los bebés de manera natural eliminan heces y orina en momentos predecibles, como al despertarse o después de comer", escribieron recientemente en un editorial de la revista especializada Pediatrics dos médicos californianos que probaron el método con su tercer hijo.
"Los cuidadores pueden incorporar señales sonoras, como un tarareo o un suave silbido, para asociarlas al acto de eliminación. Con la práctica muchos niños aprenden a eliminar cuando están en la posición correcta y escuchan la señal", añadieron en el documento Jeffrey Bender, pediatra especialista en enfermedades infecciosas, y su esposa Rosemary She, de Los Ángeles.
En realidad este método no se centra en entrenar al niño: el bebé no tiene que "aguantar" o aprender a controlar sus esfínteres, entre otras cosas porque esa es una capacidad que se desarrolla fisiológicamente con la maduración de la vejiga y el cerebro.
Lo que el método sin pañal propone más bien es entrenar a los padres para estar en sintonía con sus hijos. Y como consecuencia, algunas familias aseguran que sus niños no usan pañal durante el día desde los 12 meses.
¿Cuales son las ventajas y desventajas?
Los pediatras no suelen recomendar una edad específica para empezar a entrenar a los niños en el uso del orinal.
Según el servicio de salud pública británico, el NHS, la mayoría de los padres empieza a pensar en abandonar el uso de pañales entre los 18 meses y los dos años, dependiendo de cada niño. "Es mejor ir despacio y al ritmo de tu hijo", recomienda en su página web.
De acuerdo con las directrices generales de los pediatras el método sin pañal no afecta negativamente a la salud de los pequeños.
Quienes lo propulsan, además del evidente ahorro en dinero y en contaminación, destacan como ventaja una mayor conexión con el bebé y un menor riesgo de que aparezca irritación y dermatitis del pañal, pero no hay grandes beneficios para la salud del niño.
La española Patricia Verdú Ojeda, de Las Palmas de Gran Canaria, utilizó este método con su hija de 14 meses precisamente a raíz de que la niña empezara a rechazar el pañal.
"Yo la veía con esos pañales de plástico y me parecía algo muy incómodo", le dijo a BBC Mundo.
Fue así como Patricia empezó a buscar información en internet y se encontró con la página web Go Diaper Free (que significa algo así como Vete sin pañal) de la estadounidense Andrea Olson, madre de tres hijos, que escribió varios libros sobre el tema y desarrolló su propia metodología y servicio de formación.
Patricia, que nunca había oído hablar del método EC hasta entonces, admite que aún hoy en día es muy desconocido y en su entorno lo ven con cierto escepticismo.
"Para mi era algo muy novedoso, pero desde el principio me resultó muy coherente", dijo.
"La verdad es que en la práctica fue un éxito: en cuestión de dos meses, a los 16, dejamos de usar el pañal durante el día".
"Luego empezamos con el de la noche, que es el más difícil porque claro, implica que te tienes que despertar. Y alrededor de los 20 meses mi hija ya no utilizaba pañal de noche".
"Yo estaba super contenta porque veía que mi hija estaba más cómoda", dijo. Tanto es así que se instruyó con Andrea Olson y hoy es formadora del método en las Islas Canarias.
Ahora, a punto de dar a luz de nuevo, Patricia espera poner en práctica la estrategia desde el principio con su segundo hijo.
¿Cómo es posible si los padres trabajan?
Tanto Andrea Olson como Laurie Boucke y otras especialistas en este método de crianza coinciden en que los padres que trabajan también pueden seguir esta estrategia "a tiempo parcial", practicándola a primera hora de la mañana, al final del día y los fines de semana.
"No estamos en contra del pañal. El pañal es una herramienta", puntualiza Patricia, añadiendo que puede ser práctico para un viaje en coche o para una visita a casa de unos amigos.
La idea es que se haga "un uso consciente y puntual del pañal", pero que tu hijo no dependa exclusivamente del mismo y se lo haga todo siempre encima.
Patricia dice que para ella el método formaba parte del cuidado diario de su hija: de la misma manera que estaba atenta a si tenía hambre o frío también se fijaba en si tenía necesidad de hacer pis o caca.
Aunque ella no lo veía como algo difícil, admite que a veces puede implicar algo más de trabajo.
"Hay muchas personas que solo lo hacen durante el día pero por la noche le ponen el pañal y ya está, porque es más importante descansar bien que estarte levantando de madrugada a poner al niño en el orinal", cuenta Patricia.
Quienes son fans del método también apuntan que en general es más fácil limpiar a los niños y no se gastan tantas toallitas húmedas como cuando cambias un pañal. Claro que limpiar los potenciales accidentes en distintas superficies de la casa puede ser mucho más trabajo.
Con pañal o sin pañal y sea la edad que sea, los accidentes ocurren y son engorrosos.
Mantener a los bebés limpios y secos sigue siendo uno de los grandes desafíos de los padres, sigan el método que sigan.