La Universidad de Yale almacena en una bóveda uno de los máximos enigmas del conocimiento humano: el Manuscrito Voynich.
Se trata de un libro medieval anónimo que desde su redescubrimiento en 1912 tiene desconcertado a lingüistas y criptógrafos de todo el mundo. De hecho, ha generado su propia categoría de estudiosos y fanáticos, llamados voynicologistas.
Escrito en el siglo XV en un idioma o código que nadie ha podido descifrar y acompañado con ilustraciones de plantas raras o inexistentes, símbolos astrológicos, criaturas con formas de medusas y mujeres desnudas, el Manuscrito Voynich es un libro tan frágil como requerido.
"Acoso" y "suplicio" son las palabras que usa el editor Juan José García Gil para describirle a BBC Mundo la situación de la Universidad de Yale, que ha tenido que establecer un acceso restringido al códice.
García Gil entendía por qué para los estudiosos del Manuscrito Voynich no era suficiente acceder al libro completo en línea en alta calidad y gratis. Como director de la editorial española Siloé, desde hace casi 20 años que se dedica al negocio de reproducir libros antiguos raros y sabe lo que genera tener una copia realista en las manos.
Tras años de contacto, la pequeña editorial independiente consiguió los preciados derechos del misterioso códice tras poner sobre la mesa de la Universidad de Yale dos libros históricos y sus respectivas réplicas.
Pero ese es apenas el comienzo.
Entre industrial y artesanal
Los 898 ejemplares del Manuscrito Voynich, que Siloé lanzará a la venta a un precio aproximado de US$8.000 cada uno, llevarán en total un año y medio de creación, plazo en el que esperan lanzarlo a la venta.
La palabra "creación" parece más apropiada que "edición" dada la cantidad de procesos que debe pasar cada libro luego de la impresión, desde el envejecimiento hasta el cosido de las páginas.
"Es una combinación de proceso industriales y artesanales", dice García Gil, que afirma que ya tiene unos 300 prevendidos y que su precio es "asequible".
El libro de 240 páginas imitará todas las marcas del paso del tiempo que el códice original acumuló en estos seis siglos de vida.
Lo que se sabe del códice
Con su mundo onírico indescifrable, el Manuscrito Voynich ha obsesionado a un sinnúmero de expertos, generando teorías complementarias y contradictorias sobre sus orígenes y posibles significados.
Ni siquiera hay consenso de si contiene información significativa para la humanidad o es sólo un engaño muy elaborado.
En 2004, Gordon Rugg, investigador de la Universidad Keele de Reino Unido, alborotó a los voynicologistas al publicar un estudio que afirmaba que el histórico libro podría haber sido creado por un estafador en tan sólo tres o cuatro meses, con las ilustraciones incluidas.
La víctima del elaborado timo era al emperador romano Rodolfo II, quien coleccionaba curiosidades, rarezas y objetos mágicos. Según la historia, pagó una fortuna, 600 ducados de oro, creyendo que era obra del alquimista isabelino Roger Bacon.
En aquel entonces Rugg dijo a BBC: "No prueba de forma definitiva que el manuscrito es una estafa, pero sí significa que ahora es una posible explicación, incluso la más probable". BBC Mundo intentó sin éxito comunicarse con el académico.
García Gil cree que esta teoría no tiene sustento. ¿Por qué crear una obra de tal magnitud y no algo más breve?, se pregunta.
Lo cierto es que el Manuscrito de Voynich, bautizado en honor al comerciante de libros de segunda mano polaco Wilfrid Voynich, quien dijo que lo descubrió en Italia en 1912, es noticia cada tanto por una nueva teoría, descubrimiento o avance.
Sin ir más lejos, en 2013 un grupo de científicos publicaron un estudio en la revista científica Plos One afirmando que habían encontrado patrones lingüísticos en el texto, los cuales configurarían palabras con significado.
Ya sea que contiene el secreto de la eterna juventud o se trate de una gran estafa, el misterio del Manuscrito de Voynich sigue vigente en el siglo XXI, ahora con una opulenta primera edición.