Una curiosa situación se vivió en el programa español First Dates.
Dos participantes, llamados Pau (36) y Melanie (34), se encontraron en una cita a ciegas donde pudieron conocerse bajo un antifaz.
Sin verse, se tocaron y conversaron sobre diversos temas para ver si había química.
Melanie. No nos hemos tocado.
- Pau. Me gustaría tocar los tobillos.
- Melanie. Pero qué coño dices.
- Pau. Bueno, si quieres... (comienza a tocarla).
- Melanie. ¡Qué coño...! ¡Qué estás comprobando!
- Pau. Los tobillos de Melanie me han gustado.
- Melanie. ¿A quién estoy tocando? (comienza a tocar a Pau)... me gusta cómo hueles.
Y tras el ejercicio, el hombre dijo: "No tendría una segunda cita con Melanie". Y la mujer replicó: "Yo tampoco, porque no hay los mismos intereses... y para que cambiase de opinión tendrías que ser algo del otro mundo".
Pero todo cambió cuando se quitaron los antifaces y se vieron.
"Un poco me lo esperaba. ¿Se podría cambiar de opinión? (...) ¿Puedo cambiar? Pues cambio", dijo Pau.
Y Melanie se sumó: "Yo cambio también, le he visto guapete, me lo imaginaba muy diferente, mucho más adulto. Me parece mucho más cercano ahora".
Al parecer, para esta pareja, el físico sí es lo más importante.