El día que intentaron matar a Bob Marley de un balazo en el corazón
La noche del 3 de diciembre de 1976 siete pistoleros ingresaron a la propiedad del cantante de reggae más famoso del mundo.
En el patio se cruzaron con Rita Marley, la esposa de Bob. Uno de ellos levantó un arma y sin decirle nadale disparó a la cabeza.
Tres de los agresores rodearon la casa y los demás entraron a la cocina en donde Marley conversaba con los integrantes de su banda, The Wailers, mientras preparaba una ensalada de frutas.
Según la periodista londinense Vivien Goldman, que en aquel momento estaba en Jamaica, lo que siguió fue la escena de un fusilamiento en cámara lenta
Los atacantes vaciaron los cargadores sobre los músicos. Las paredes salpicaron astillas y gotas de sangre formaron charcos en el suelo. En medio de los gritos, uno de ellos apuntó al pecho de Marley y apretó el gatillo.
En total dispararon 87 balas, pero de forma increíble aquella noche nadie murió.
¿Quién salvó a Bob Marley?, es una pregunta tan importante como esta otra ¿por qué alguien querría matarlo?
Jamaica 1976
Han pasado 40 años, y los balazos contra la leyenda del reggae son todavía unepisodio oscuro y lleno de silencios.
Jamaica era entonces un país en la antípoda de su propio estereotipo.
La isla estaba muy lejos de ser ese relajado paraíso caribeño en el que la brisa marina mece las palmeras y arrastra a veces alguna bocanada de marihuana.
En 1976 la ley la imponían pistoleros y narcotraficantes, las tensiones sociales eran un barril de pólvora y los políticos jugaban con el fuego que la Guerra Fría había esparcido por el continente.
En los mapas geográficos Jamaica está más cerca de Cuba de lo que Cuba está de Miami. Y así también, en la cartografía ideológica de los años '70 La Habana y Kingston eran vecinas de Moscú.
El primer ministro Michael Manley, del socialista Partido Nacional del Pueblo (PNP) y cercano a Fidel Castro buscaba la reelección frente a Edward Seaga, del Partido Laborista Jamaiquino (JLP), a quien vinculaban a la CIA estadounidense.
Y en medio de ambos extremos irreconciliables estaba una estrella mundial del reggae cuya música movía a cientos de miles de votantes pero que quería mantener su neutralidad.
"Los políticos son el diablo", señaló entonces Marley según registra Mikal Gilmore, veterano periodista de la revista Rolling Stone.
Ambos candidatos buscaban que Bob Marley hiciera campaña por ellos.
Y si no la hacía, entonces era mejor que mantuviera silencio.
Amenazas de muerte
"Fue la época más violenta que ha vivido el país, y Marley era casi la única fuerza que podía unir ambos bandos", asegura el escritor jamaiquino Marlon James.
En 1976, la fama mundial había hecho del cantante, de 31 años, un líder casi espiritual para buena parte de los dos millones de habitantes de la isla.
El reggae se había convertido en la expresión popular de un país empobrecido en el cual "la gente se mostraba cada vez más desesperada y violenta", anotó la periodista Vivien Goldman sobre aquellos días.
"La isla parecía llena de armas", agrega.
El gobierno de Manley convenció al cantante de ofrecer un concierto gratuito en la capital Kingston y así calmar los ánimos de una población harta de vivir bajo estado de emergencia.
El evento se programó para el 5 de diciembre con el nombre de "Smile Jamaica" (Sonríe Jamaica).
Pero pronto el primer ministro tomó una decisión que pareció confirmar la desconfianza del cantante hacia los políticos: adelantó las elecciones para el 15 de diciembre.
Fue entonces inevitable asociar a Bob Marley con la campaña reeleccionista de Michael Manley.
Y aunque el cantante denunció que, debido a esto, las amenazas de muerte contra él se multiplicaron, decidió seguir adelante con el concierto.
Dos policías fueron destacados a cuidar su casa, que era también el lugar en donde ensayaba con The Wailers.
La noche del 3 de diciembre, dos días antes del Smile Jamaica, por alguna razón que hasta hoy nadie ha sabido explicar, los siete pistoleros entraron a la propiedad de Marley sin que nadie los detuviera.
Los policías no estaban en sus puestos.
7 asesinatos
Entre que los atacantes ingresaron a la casa, dispararon a todos los que encontraron y se fugaron del lugar pasaron menos de cinco minutos.
Nunca fueron capturados ni se supo más de ellos.
"Es un misterio como estos hombres, que quizá cometieron el hecho más temerario y estremecedor en la historia de Jamaica, simplemente se desvanecieron", señala el escritor Marlon James en la página web de la editorial Malpaso, que ha traducido al castellano su novela Breve Historia de Siete Asesinatos.
Con ese libro James usa como trampolín el ataque contra Marley para zambullirse en los barrios marginales de Kingston, los conflictos de raza y clase, las guerras entre pandillas y las conspiraciones en los pasadizos del poder.
La novela, eso sí, ni es breve ni tiene siete asesinatos. Tiene más.
Son casi 700 páginas en las que se mezclan las voces de 76 personajes y con las que Marlon James ganó en 2015 el Man Booker Prize, quizá el premio literario con más prestigio en lengua inglesa.
Según el New York Times, si todo el explosivo entramado social de aquellos años giraba alrededor de Bob Marley era porque él se había convertido en una especie de santo para los oprimidos, un revolucionario para los conservadores y unaamenaza para los políticos.
¿Y cómo sobrevivió a un balazo en el pecho?
Un disparo en el corazón
Bob Marley siempre dijo que lo salvó el espíritu de Haile Selassie, el emperador de Etiopía fallecido el año anterior.
Para los rastafaris como él, Selassie era la reencarnación de Dios. El uso de los cabellos "rastas" y el consumo de marihuana son también parte de este movimiento espiritual nacido en Jamaica.
"Si Marley en ese momento hubiera estado inhalando en vez de exhalando, la bala hubiera atravesado su corazón", señala Marlon James.
El proyectil le rozó el pecho y terminó incrustado en su brazo izquierdo. No hubo tiempo para un segundo disparo.
En medio de los trozos de pared y los gritos, Don Taylor, el manager del cantante, se lanzó sobre él y lo llevó al suelo.
Taylor recibió cinco disparos en el abdomen, pero sobrevivió.
Más increíble aún fue el caso de Rita Marley, la esposa de Bob. La bala que le dispararon a la cabeza quedó atrapada entre su cuero cabelludo y el cráneo sin hacerle mayor daño.
Miento. Hubo un hecho aún más increíble. Y este tiene que ver con el carácter humano.
Dos días después del ataque, con el pecho y el brazo vendados, Marley se paró frente a 80 mil seguidores en el concierto Smile Jamaica y cantó durante más de una hora.
Lo acompañaba su esposa Rita, que movía bajo la cadencia del reggae la bata de hospital que aún llevaba puesta.
Éxodo
Bob Marley desapareció a los pocos días. Fue a Bahamas, Estados Unidos y luego a Londres. En cierta forma, Jamaica nunca más fue su hogar.
El intento de asesinato inspiró en él lo que la revista Time considera el mejor álbum de música del siglo XX: Exodus.
Su primera canción, Natural Mystic, dice:
Este podría ser el primer sonido de una trompeta
Pero también podría ser el último.
Muchos más deberán sufrir
Muchos más tendrán que morir.
En el último minuto de un video de youtube, oscuro y de mala calidad, se ve a Bob Marley al final del concierto Smile Jamaica.
El cantante le da el micrófono a un compañero y se acerca a su público. Un policía lo escolta.
Frente a la multitud, la leyenda del reggae se desabotona la camisa de manera pausada y señala la herida del balazo que le cruza el pecho y llega hasta su brazo izquierdo.
Marley llevó esa bala alojada en el cuerpo y en su música hasta el día de su muerte en 1981. Entonces acababa de cumplir 36 años.