Juan Bernardi es un ex juez quien deberá cumplir una condena de cinco años de prisión tras sido declarado culpable de abusos de menores. Esto luego que fuera acusado de haber participado de fiestas sexuales con menores de bajos recursos, que se encontraban alojadas en institutos que dependen del Gobierno de Rio Negro, en Argentina.
Una de las particularidades de la condena es que Bernardi no irá a una prisión común y corriente. Su destino: una antigua y abandonada casona que la gente del sector describe como "embrujada", debido a la presencia de “apariciones fantasmales”.
¿Por qué no va a una cárcel tradicional? Principalmente porque Bernardi, en su rol como juez, ordenó la detención de varios prisioneros, por lo existe miedo a represalias, explica el medio transandino Clarin.
La residencia es administrada por la Policía Rural Argentina, que tiene ahí una base de operaciones en la que se refugian durante los turnos de vigilancia.
Sin embargo, los guardias se han negado a pasar las noches en la propiedad porque se escuchan ruidos extraños desde el segundo piso, el mismo lugar que ha sido adecuado para la estadía del ex juez.
A pesar de que es una casa grande, las comodidades del ex magistrado serán pocas, ya que solo tendrá un baño, una cama y un calefactor. En tanto, para bañarse deberá sacar agua de un pozo cercano a la propiedad.
Pese a esto, la defensa de Bernardi espera que la estadía del ex juez en la aterradora casa sea breve. “Esperamos que prospere el recurso de casación contra la prisión preventiva, ya que mi cliente siempre estuvo a derecho y nunca manifestó intenciones de fugarse”, dijo su abogado Manuel Maza a “Clarín” .
