Un equipo científico proyecta que el hielo del Ártico podría desaparecer dentro de dos años durante los meses de verano y por completo dentro de una década, mucho antes que las estimaciones anteriores, según detalla un estudio publicado el martes (05.03.2024) por la revista Nature Reviews Earth & Environment.
Para los investigadores, que el Ártico se quede sin hielo no significa que no queden pedazos de agua congelada sobre el mar. En su definición, cuando el océano tiene menos de 1 millón de kilómetros cuadrados de hielo, entonces significa que la zona está "libre de hielo".
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¿Cuál es el umbral actual?
Este umbral representa menos del 20% de la capa de hielo mínima estacional de la región en la década de 1980. En los últimos años, el Océano Ártico tenía alrededor de 3,3 millones de kilómetros cuadrados de superficie de hielo marino en su mínimo en septiembre.
"Cuando se trata de comunicar lo que los científicos esperan que ocurra en el Ártico, es importante predecir cuándo podríamos observar las primeras condiciones de ausencia de hielo en el Ártico, que aparecerán en los datos diarios de los satélites", explica la autora principal Alexandra Jahn, de la Universidad de Colorado Boulder.
Cambios dentro de 10 años, a mediados y finales de siglo
De acuerdo a los cálculos de los científicos, el hielo del Océano Ártico podría desaparecer por primera vez a finales de agosto o principios de septiembre entre 2020 y 2030, independiente de la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero, que son las que más contribuyen a esta pérdida.
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A mediados de siglo, el Ártico podría no tener hielo flotante en septiembre. Mientras que a finales de este siglo, el deshielo podría extenderse por varios meses al año, incluso en meses de invierno, dependiendo del nivel alto o bajo de emisiones, según señalan los investigadores en un comunicado.
Según el reporte, a medida que la capa de nieve y hielo disminuye, aumenta la cantidad de calor producida por los rayos solares que absorbe el océano, provocando el deshielo y el calentamiento del Ártico.
Ecosistemas transformados
El hielo marino es importante por diferentes factores: sirve de protección y de hábitat para especies como pingüinos, focas y osos polares, especies nativas que podrían verse amenazadas por otras invasoras que gustan de aguas más cálidas, las cuales podrían transformar el ecosistema de la zona.
Asimismo, el hielo protege a las comunidades humanas costeras, evitando el impacto de las olas, que se hacen más grandes a medida que el hielo se derrite, advierte Jahn.
El ritmo de deshielo actual "transformaría el Ártico en un entorno completamente diferente, de un Ártico blanco de verano a un Ártico azul. Por eso, aunque sea inevitable que no haya hielo, debemos mantener nuestras emisiones al nivel más bajo posible para evitar que se produzcan heladas prolongadas", añade.