Esta semana Netflix estrenó "El ángel de la muerte", la cinta inspirada en la vida y crímenes de Charles Cullen, un enfermero que mató a decenas de pacientes a su cuidado durante más de una década mientras trabajaba en diferentes hospitales de Estados Unidos.
Esta nueva película está basada en el libro del periodista de Charles Graeber y fue dirigida por Tobias Lindholm, un director y guionista danés. Este film se centra en la historia de cómo una enfermera y colega de Cullen ayudó a detenerlo.
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Amy Loughren (Jessica Chastain), es enfermera y madre soltera, que sufre una grave enfermedad cardiaca; tras intensos turnos nocturnos llega a su límite físico, por lo que comienza a recibir ayuda de Charles (Eddie Redmayne), un enfermero considerado y empático.
Mientras trascurre la película vemos que ellos entablan una fuerte amistad, sin embargo, luego de una serie de misteriosas muertes de pacientes, se inicia una investigación que apunta al enfermero como principal sospechoso de estos fallecimientos.
Pero, ¿quién fue Charles Cullen?
Charles Cullen nació en Nueva Jersey en 1960 y es uno de ocho hermanos. Fue víctima de bullying durante su infancia, lo que lo llevó a intentar quitarse la vida con 9 años. Años más tarde perdió a su madre en un accidente de auto.
Tras dejar el Ejército y divorsiarse, estudió enfermería y trabajó en varios hospitales y hogares e ancianos. Renunció a algunos trabajos luego que comenzaran a investigarlo por denuncias de mala conducta. En una ocasión, una anciana se quejó de que entraba a su habitación y le ponía inyecciones.
Tras estar en varios centros médicos en 2003, Cullen se encontraba trabajando en el Somerset Medical Centar en Somerville, Nueva Jersey. En este hospital se encontraba Florian Gall, un reverendo que estaba internado y mostraba mejoría, sin embargo, falleció por un inferto al corazón repentinamente.
Más tarde, se investigó su muerte y descubrieron que había muerto por una dosis de Digoxina (medicamento que se una para tratar las arritmias).
En medio de todo esto, Charles conoció a Amy Loughren, enfermera que pudo descubrir los crímenes que cometió y cómo lo había hecho.
En diciembre de 2003 Charles Cullen fue arrestado por un asesinato en primer grado y un intento de asesinato y al día siguiente sorprendió a los oficiales al confesar que había muchos más crímenes que había cometido.
Admitió haber matado entre 30 a 40 pacientes, pero se cree que este número está más cerca de las 400 personas.
En 2006 fue condenado por 29 homicidios y recibió 18 cadenas perpetuas. Actualmente está en la prisión estatal de Nueva Jersey y ha dicho que solo les daba los medicamentos a los pacientes “muy enfermos”, por lo que creía que estaba poniendo fin a su agonía y dolor.
